Abriendo o cerrando los cielos de un territorio a la Gloria de Dios

Comienzo esta Columna, muy conectada a las Columnas 8 y 9, con la pregunta:

¿Puede el hombre por sí mismo, decidir si en un territorio se abren o se cierran los cielos a Dios?

Veamos un caso que a mi me impactó, de un versículo que había leído muchas veces, y que ahora profundizo en una mayor luz en Cristo. Del acontecimiento en Jerusalén, cuando Jesús no pudo hacer milagros porque los hombres del territorio cerraron los cielos al Mesías, al rechazarlo y decirle que era del diablo para hacer milagros. Veamos Mateo 13:54-58:

"Y llegando a su propia tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de manera que quedaban atónitos, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos poderes milagrosos? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre Miriam, y sus hermanos Jacobo y José y Simón y Judas? ¿No están acaso todas sus hermanas frente a nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? Y se escandalizaban a causa de Él. Jesús les dijo: No hay profeta sin honra sino en su tierra y en su casa. Y no hizo allí muchos milagros por causa de la incredulidad de ellos."

Jesús en el capítulo de Mateo 13 había manifestado la sabiduría del Reino de Dios con las parábolas, y como vemos en el versículo 54, lo hacía con poderes milagrosos; vieron señales. Pero la respuesta de incredulidad fue muy dura.

Y no es que Jesús no quisiera haber hecho más milagros, fue causa de la incredulidad de ellos, de quienes estaban allí, en ese territorio; no hizo más milagros por su incredulidad: "Y no hizo allí muchos milagros por causa de la incredulidad de ellos." Qué tremendo es esto.

Cuando Jesús comienza su ministerio, vemos el otro escenario, cuando creen en Él, y opera en milagros. Veamos Lucas 4:38-39:

"Y levantándose de la sinagoga, entró en la casa de Simón, y la suegra de Simón estaba enferma con una gran fiebre y le rogaron por ella. E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre, y la dejó; e inmediatamente, habiéndose levantado, los servía."

Para contexto, este Simón, es quien conoceremos más adelante como el Apóstol Pedro. Jesús llevaba varios sábados enseñando en Galilea como vemos en versículos anteriores, e incluso libera a un hombre de un espíritu inmundo.

Vemos luego que Jesús en la casa de Simón, no llega y sana a su suegra por verla enferma, sino que Simón y todos allí se lo piden, "y le rogaron por ella" dice en el pasaje anterior; tienen Fe en que Jesús puede sanarla, creen en Él.

Y es que aquí vemos una diferencia fundamental. No es la imagen de Jesús que va por los enfermos y sana por sanar. Jesús muestra el Reino, y hasta libera endemoniados, pero siempre vemos del necesitado acción de fe de ir a Él como fuente de vida, como el Señor, el "kurios" que vemos en el idioma original griego, para operar en milagros de sanidad. Entonces, no es llegar y orar por sanidad por cualquiera, o como vimos en la Columna 5, imponer nuestras manos sobre cualquiera. Vamos viendo con calma, sé que es un tema fuerte.

En Lucas 4:38 que leímos, es importante también, que no dice que para sanar hace acción de sacar un demonio; no toda enfermedad es por un demonio, también puede ser por mala administración del cuerpo por ejemplo. De esto, vemos en los versículos 40 y 41 a continuación en el mismo capítulo de Lucas 38, que no de todos los que sanaba salían demonios. Una enfermedad puede venir por algo sencillo, como complejo. Con lo que es la mala administración de nuestro cuerpo, como falta de ejercicio, una mala alimentación, y/o no dormir lo suficiente, entre otros relacionados a nuestra mayordomía con nuestro cuerpo.

Otro principio también a destacar, es Lucas 4:39, donde la suegra de Simón al ser sanada, dice que les servía. Si Dios sana, es un con un propósito, para servir en el Reino.

Ante una enfermedad, es también valioso la fe de quienes acompañan y apoyan, como el caso del paralítico en Lucas 5:18-28; veamos de este pasaje el versículo 20:

"Viendo la fe de ellos, dijo: ¡Hombre, tus pecados te son perdonados!"

Habla Jesús de la fe de ellos, de todos. Y es que el paralítico estuvo consciente en todo el acontecimiento, como vemos versículo 25, no dice que "se despierta", sino al instante, estaba entonces despierto, levanta su mirada y se fue a su casa:

"Y al instante, levantándose a la vista de ellos, tomó aquello en que yacía y se fue a su casa glorificando a Dios."

Y de nuevo, sana con propósito. No volvió así sin más, volvió a su casa glorificando a Dios; dio testimonio del Señor a toda su casa.

Pero pueden haber escenarios como el de la suegra de Simón que vimos, donde por lo descrito posiblemente por su estado de salud ella no estaba consciente, y toda la familia le pide a Jesús; toda la familia unánimes creyendo, no divididos, con fe, creían en Él para pedírselo, y el Señor obró.

Entonces, vemos el diseño al obrar milagros: Jesús se manifiesta, y quien cree en Él, manifiesta fe en Él, Jesús lo sanaba, y así debemos hacer.

Una cosa es hacer misericordia por los más necesitados sin distinción de si lo merece, por eso es misericordia o sino sería justicia, como darles almuerzo y ropa, y otra es orar por sanidad por alguien sin importar si cree en Jesús.

Siempre vemos el reconocimiento de Jesús como Dios, como Señor, como kurios, previo a una sanidad. Veamos el caso de un leproso, quien lo reconoce como tal, en Lucas 5:12:

"Aconteció que estando Él en una de las ciudades, había allí un varón cubierto de lepra; y al ver a Jesús, cayó sobre su rostro, y le rogó diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme."

Cuando le dice "Señor, si quieres, puedes limpiarme." No sabemos si este hombre había escuchado antes a Jesús, pero lo nombra como "Señor".

Lo que vemos como Señor traducido en el nuevo testamento, en el griego es kurios, título que era solo para el César, para quien fuera Dios en la tierra. Sobre todo veamos el contexto de la época, en plena ocupación de Israel por parte del imperio romano, con soldados en todas partes del territorio, nombrar a alguien, y en público, con el título que era para el César, la figura de Dios acá en la tierra, no era cualquier cosa. Y no todos reconocían a Jesús como tal, como vemos muchos le decían Rabí entre otros títulos de hombre terrenal.

El título de Señor que es kurios es bastante potente, era reconocerlo como el Mesías. Kurios en griego como título, significa, supremo en autoridad, Dios, soberano, ungido.

Veamos un caso interesante: Tras la multiplicación del pan y los peces, unos hombre siguieron a Jesús, solo por la comida, y no les da más de ello sino que fueran por lo eterno, no lo material. Vemos esta historia en Juan 6:24-27:

"Cuando la gente vio pues que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Cafarnaum buscando a Jesús. Y hallándolo al otro lado del mar, le dijeron: Rabbí, ¿cuándo llegaste acá? Les respondió Jesús y dijo: De cierto, de cierto os digo: Me buscáis, no porque visteis señales, sino porque comisteis de los panes y os saciasteis. ¡Trabajad!, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a Éste selló Dios el Padre."

Buscaban saciar lo material, no ver el Reino que Jesús ya era en la tierra, Mateo 4:17. Pero interesante, cómo estos hombres que venían solo por las añadiduras, los alimentos en este caso, no le dicen Señor, no le dicen kurios a Jesús; le dan un título terrenal, le dicen maestro, le dijeron Rabí.

Por esto que el caso del leproso en Lucas 5:12 es tan potente; muy probablemente no escuchó alguna prédica, no vio milagros, era primera vez que veía a Jesús, pero algo ocurrió en su espíritu, como muchos testimonios más que vemos, que lo reconoce como Señor, kurios, como el ungido, como Dios; y con esa fe le pide al Señor sanidad, y Dios obra. No había incredulidad en el leproso.

Pero otra fe es de los que aún tras ver milagros, ver manifestado el Reino de Dios, siguen siendo carnales, no ven en lo eterno, y solo ven a Jesús como un hombre terrenal, como Rabí, y allí como vimos en Juan 6:24-27, el Señor no les da más, porque su fe está en otro lugar.

Otro caso así, de quien no podía ver el Reino en un momento, es el de Nicodemo, de la alta sociedad sacerdotal, quien va a ver a Jesús de noche; de noche para que el resto no lo viera. Y vemos cómo Nicodemo se dirige Jesús en Juan 3:1-2:

"Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un magistrado de los judíos. Éste vino a Él de noche, y le dijo: Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que Tú haces, si no está Dios con Él."

Si bien reconoce que viene de Dios, lo sigue viendo como un hombre terrenal, como un maestro lo ve, lo ve como un Rabí. No solo por venir de noche vemos el nivel sin fe en Nicodemo; más adelante en este pasaje, Jesús le confirma, que no es por obra entrar al Reino de Dios, ya que no estaba viendo el diseño del Hijo y el Padre, de nacer de nuevo.

Al obrar en milagros de sanidad, veo que se cumplen dos cosas:

Primero: Se manifiesta la Luz, Cristo, el Reino de Dios; y a veces su sola presencia ya es manifestación, como el caso del leproso antes visto.

Segundo: La persona reconoce quién es Él: el Hijo, el Cristo, el Mesías enviado por el Padre Dios.

Viviendo ambos, allí opera el milagro. Y este diseño lo vemos en Mateo 13:15:

"Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos. No sea que vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan con el corazón, Y se conviertan, y Yo los sane."

El paso final es la sanidad.

Y no solo la física. Sobre todo en la sociedad hoy en día, una enferma en el alma y en el espíritu, que se vacía en enfermedades en el cuerpo físico.

Pero veamos el orden de Mateo 13:15, cómo operaba Cristo al obrar milagros, con cada hombre y mujer reconociendo quien es Él, y Jesús nunca obrando sanidad en los incrédulos para que creyeran en Él; la sanidad como añadidura de creer en Jesucristo, no que sean sanos para que crean en Él.

Pero muchos han torcido este diseño. "Vamos a orar por un amigo, un vecino, etc..., para que se sane y crea en el Señor", por ejemplo.

Debemos hacer como Jesús, mostrar el Reino de Dios, primero uno siendo uno con Cristo y el Padre, así como vivir los principios del Reino. Y tras mostrar el Reino de Dios a esa persona y vea a Cristo en nosotros, esta si cree, podremos obrar milagros en su vida. Y en medio de la sanidad que pueda necesitar, sea mostrado el propósito de Dios con su vida, para que se una al Cuerpo de Cristo, a la Iglesia y camine en los caminos del Padre; porque a una persona enferma le es difícil servir en el Reino de Dios en el propósito que el Padre le ha mostrado hacer.

Entonces Hermanos, con todo cariño les digo, dejemos esas reuniones de intercesión con oraciones como: "Tengo un amigo que lo van a operar mañana, oremos para que le vaya bien..., y yo ya le dije que estaremos orando por él, quien sabe que me congrego en una Iglesia cristiana. Y cuando sea sanado le diré que fue por Dios para que crea en el Señor".

Y tantos escenarios así que desgastan los tiempos de intercesió. Nuevamente, aquí hablo de los milagros de sanidad. Por otro lado, el hacer misericordia, el ayudar a quien lo necesita, es a todos, vuelvo a destacar: Es misericordia, por que no se lo merece, como nosotros por misericordia alcanzamos salvación, ya que si se lo mereciera sería hacer justicia.

Y sí, puede que en medio de un "operativo" de misericordia, como dar alimentos a quienes pasen hambre, compartas de la Palabra de Dios, y la persona, o grupo de personas, reciban a Cristo, y el Padre en ese preciso momento te lleve a obrar en milagros en uno, algunos, o todos los presentes, pero porque recibieron al Hijo y al Padre, creyeron en Él, y no obrar por sanidad para que crean. Cuidemos el orden, el diseño que vemos, el ejemplo que el Señor nos dejó.

Al obrar en el Reino es importante la Fe. Podemos ver el diseño de algo que Dios nos muestre, pero luego está en que lo debemos hacer con Fe, aunque las circunstancias que nos rodeen parezcan adversas. Ejemplo de esto tenemos en Lucas 5. Vemos el escenario cuando Simón (Pedro), tras no haber pescado nada en toda la noche, Jesús le da un diseño, y vemos lo que declara Simón, un acto de Fe; Lucas 5:4-6:

"Cuando cesó de hablar, dijo a Simón: Boga hacia lo hondo, y echad abajo vuestras redes para una captura. Pero respondiendo Simón, dijo: Maestro, después de bregar durante toda la noche, nada hemos pescado; pero en tu palabra, echaré abajo la red. Y cuando hicieron esto, encerraron una gran cantidad de peces, y se rompían sus redes."

Vemos como Pedro hace la obra, pero la hace con fe. Entonces, muchos en la Iglesia quizás hacen las cosas que les ha revelado Dios, pero no con fe; sobre todo en tiempos que parecen adversos, como Pedro que en toda la noche no había pescado. Esta es una diferencia crucial, y siempre lo ha sido.

Por ello, es tan impactante Mateo 13:55-58 que vimos al comienzo, cómo termina este pasaje: "Y no hizo allí muchos milagros por causa de la incredulidad de ellos."

Nuevamente, no es que Jesús no quiso hacer más milagros, fue la incredulidad de los hombres en ese lugar, en ese "allí", porque el pasaje sitúa el suceso de la incredulidad territorialmente.

En otro escenario, y aún el caso más extremo, cuando aún no había llegado el tiempo de los gentiles, tenemos estos dos tremendos casos que por su Fe se adelantan a los tiempos:

Mateo 8:8-13:

"Pero el centurión, respondiendo, dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo, pero sólo dilo de palabra, y mi siervo será sanado, porque aun yo, siendo hombre bajo autoridad, tengo soldados sujetos a mí, y digo a éste: Ve, y va; y a otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo, Jesús se maravilló y dijo a los que lo seguían: De cierto os digo, ni aun en Israel he hallado tanta fe. Y os digo que muchos vendrán del oriente y del occidente y se reclinarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos, pero los hijos del reino serán echados a las tinieblas del más allá. Allí será el llanto y el crujido de los dientes. Entonces dijo Jesús al centurión: Ve, que se te haga como has creído. Y el siervo quedó sano en aquella hora."

Mateo 15:25-28:

"Pero ella, acercándose, se postraba ante Él, diciendo: ¡Señor, ayúdame! Él respondió y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perros. Pero ella dijo: Sí, Señor, pero aun los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como quieres. Y su hija quedó sana desde aquella hora."

En ambos casos, eran gentiles, cronológicamente no era su tiempo, y fue tan grande su Fe además, que Jesús no tuvo que estar presencialmente para que obrara su sanidad.

¡Su Fe en Cristo fue mucho más grande que el propio espacio y tiempo!

¿Porqué fue tan importante la fe del hombre en el lugar que estuviera Jesús, por el nivel de milagros con el que Jesús pudo operar en dicho momento y territorio?

Vimos en la Columna 8, la importancia territorial, con lo que es sojuzgar la tierra que se le dio al hombre en Génesis 1:28, y todo el contexto en el que profundizamos. Por ello si en un territorio, el hombre no quiere nada con Dios, Dios no se podrá manifestar a plenitud. Por ello la importancia del Cuerpo de Cristo en un territorio, la Iglesia operando en medio de las naciones.

El nivel de cielos cerrados o abiertos en un territorio va por por el nivel de Fe de la Iglesia.

Porque muchas veces no es por los incrédulos que se cierran los cielos, sino por la misma Iglesia que ha hecho lo malo; caso del avivamiento de Valparaíso a comienzos del siglo 20 en Chile, que la propia Iglesia cayó el avivamiento; más de este suceso en mi libro "El caminar de Jacob y la voz de Chile para las naciones", que pueden encontrar en mi sitio sedespiertan.com.

Y de lo anterior, el Señor nos ha dado advertencia, como Mateo 5:13 que vimos:

"Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué será salada? Para nada es buena ya, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres."

Poner el pie encima, es "autoridad sobre"; si la Iglesia pierde su luz, se desvía y no se regresa, perderá autoridad aún ante los hombres que nos pisarán. Así de fuerte es. Y en ese territorio se cerrarán los cielos, y el diablo hará de lo suyo.

Otro caso, de la importancia de la territorialidad, lo vemos en el Ministerio de Juan el Bautista: Lucas 3:4

"Como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Allanad sus sendas."

Allanad sus sendas. Veamos en el original, hebreo, la profecía de Isaías, en Isaías 40:3:

"Una voz clama: ¡Preparad en el desierto el camino a YHVH! ¡Allanad en el yermo una calzada a nuestro Dios!"

En el yermo, en el hebreo es "arabah", que tiene significado de un lugar estéril, como un desierto o un valle esteril. Pero es una palabra en hebreo distinta a la palabra desierto en "preparad en el desierto".

Es importante esto. Espiritualmente Israel estaba muerto. Cientos de años no que Dios no hablara, sino que no hubiera nadie que lo escuchara.

Territorialmente había que limpiar, allanar como dice Isaías, donde allanar en hebreo es "panah", en cuyo significado destaco: Preparar, barrer, apartar, encaminar, desocupar, clarear, volver, vuelta.

Es decir, no era un preparar cualquiera. ¿Y cómo prepara Juan el bautista el territorio para Jesús?

Lo vemos en los versículos 10 al 14 de Juan 3 :

"Y las multitudes le preguntaban, diciendo: ¿Qué dices pues que hagamos? Respondiendo, les decía: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene comida, haga lo mismo. Y unos publicanos fueron también para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué dices que hagamos? Él entonces les dijo: No cobréis más de lo que os ha sido mandado. Le preguntaron también los soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué hemos de hacer? Y les dijo: A nadie atraquéis ni extorsionéis, sino contentaos con vuestra paga."

Juan el bautista les da para hacer obras dignas de arrepentimiento, que profundizamos en la Columna 6. Les da para obrar en los principios de la misericordia y la verdad, y de la justicia y el juicio que son los cimientos de su trono, que vemos en Salmo 89:14, para que pusieran por obra:

"La justicia y el derecho son el fundamento de tu trono, La misericordia y la verdad van delante de tu rostro."

Aquí en hebreo, derecho es "mishpat", que significa sentencia, veredicto, juicio.

Al hombre que desde Génesis se le dio autoridad sobre la tierra, debía poner los fundamentos del trono del Padre, para que el Hijo comenzara a operar.

Por esto era tan importante la obra de Juan el Bautista, y quien vio más de cerca que ningún otro profeta a Jesús. Tan importante su obra, que su padre debe quedar mudo hasta que naciera para que no lo contaminara con su incredulidad.

La importancia del territorio lo vemos aún en el antiguo pacto, como vemos en 1 Reyes 20:23:

"Y los siervos del rey de Siria le dijeron: Sus dioses son dioses de los montes; por eso fueron más fuertes que nosotros, pero si combatimos contra ellos en la llanura, sin duda seremos más fuertes que ellos."

No descuidemos el territorio. Pero como advertencia:

¡NO TE VAYAS A TOMAR LOS MONTES O CUALQUIER OTRO TERRITORIO APRESURADAMENTE!

Sí, no suelo escribir en mayúsculas. Y es que por algo esta columna es de las últimas. Pero si no estamos viviendo los principios básicos, los rudimentos, pasado la etapa de alimentarnos con leche. Si no vivimos con madurez las columnas anteriores a este libro, y menos si no te congregas, irás a una muerte segura; no serás mártir, serás un irresponsable nada más.

Y perdón si soy duro, pero he visto desgracias por querer ir a tomar la nación tras recibir un poco de poder, de autoridad del Señor, y apresurarse, afanarse.

Es duro la verdad también, porque vemos lo que sucede en las naciones, las aflicciones, las injusticias, enfermedades, guerras y tanto más, y queremos cambiar todo pronto.

Ten calma, ten Fe; en el amor el Padre nos dice: Vamos Hijo, que al que en poco es fiel, en lo mucho lo pondré.

Solo para terminar esta columna, no nos afanemos, no nos apresuremos; Isaías 28:16:

"Por tanto, Adonay YHVH dice así: He aquí Yo pongo por fundamento en Sión una piedra, Piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable. El que crea, no será conturbado."

Me gusta más en la versión Biblia textual 4, cómo traduce la última frase de este versículo: "El que crea en él, de ningún modo será avergonzado".