Principios para interceder y vivir el caminar en Cristo

Veamos 7 principios, que son muy buenos para interceder, para escuchar al Señor. Para examinarnos cómo estamos en cada uno de ellos, en lo que debemos hacer sendas derechas como vimos en el tema anterior de la disciplina, para que lo cojo que podamos tener no se disloque.

Principios que también no son solo para interceder: Para vivir una sana relación como Hijos de Dios con nuestro Padre. Porque lo necesitamos. El mundo nos agobia. Necesitamos oír la voz del Señor de manera fresca cada día para seguir, necesitamos ver lo que el Padre hace para eso hacer.

No agotarnos por el camino largo, por el camino equivocado, donde perdemos muchas veces años de nuestras vidas.

Y tener paz, confiados avanzados, que si estamos caminando en la obra del Padre, nada nos puede sacar de la mano de Cristo. ¡Comencemos!:

Primer principio: Alabar al Señor. En cada momento del día Salmo 92:1-2:

"¡Bueno es alabarte, oh YHVH, Y cantar salmos a tu nombre, oh 'Elyón! Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad en las noches."

Al comenzar a interceder, cualquier obra del Padre, incluso por nuestros alimentos le damos gracias. Principio que vemos, de adorar al inicio, en Salmo 100:4:

"Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza, Dadle gracias, bendecid su Nombre"

Alabarlo no solo es una adoración cantada. Debemos adorarlo en cada cosa que hagamos, sobre todo en el ejemplo que damos al mundo al presentarnos como Hijos de Dios, creyentes de Jesús el Mesías, el Cristo.

Antes de continuar con los siguientes puntos:

Por el caso de intercesión, no ver estos puntos como un "checklist antes de comenzar", sino deben ser puntos que ya los estamos viviendo al llegar a interceder.

Por algún Hermano que está comenzando sus primeros pasos en Cristo es muy bueno sí hacerlo, pero por quienes ya tenemos años en Cristo, deben ser puntos en los que estar a cuenta con el Señor.

Es decir, no ocupar la reunión de intercesión, cada vez antes que esta inicie, para revisarlos una y otra vez para ver "cómo se encuentra cada uno" respecto a estos.

No olvidemos la Columna 1 de la disciplina, y abrir otros espacios en la congregación para quien necesite ayuda en algún área; hágase todo en orden y en diseño, bien administrando el tiempo que ha sido apartado según una obra del Padre, con lo que el Espíritu Santo nos va guiando también en el momento de hacer la obra.

Continuemos.

Segundo principio: Caminar en la luz de Cristo para tener un corazón limpio. Ser limpiado por Cristo viene a consecuencia de ser fieles a los que nos ha revelado, como también de confesar nuestros pecados cuando nos hemos equivocado. Debemos examinarnos, pedir al Padre que nos habla lo malo que haya en nosotros, para exponerlo todo a la luz en su cruz. Esto es vital aún para que el Padre nos escuche, como vemos en Salmo 66:18:

"Si en mi corazón hubiera yo mirado la iniquidad, Adonay no me habría escuchado."

Es importante pedirle al Padre que nos examine. Dios siempre respetará la libertad que uno tiene, y nunca hará en la vida de uno, más de lo que le permitamos entrar; porque Dios no manipula, no controla, Dios tiene Hijos. Salmo 139:23-24:

"Escudríñame, oh 'Elohim, y conoce mi corazón, Pruébame, y conoce mis pensamientos, Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno."

Pero un probar, examinar, no en cuanto a una prueba de que te sucede algo malo y "Dios te está probando" como muchas veces se dice; veremos de esto último luego de ver estos siete principios, con un versículo muy bueno del libro de Jacob hermano de Jesús.

En este versículo, "pruébame" en el hebreo es "bachan", que significa probar, especialmente los metales. Los metales son probados por el fuego. Interesante el acrisolar, que es el purificar los metales en el fuego que vemos en Jeremías 9:7:

"Por tanto, así dice YHVH Sebaot: He aquí que Yo los acrisolo y los pruebo, ¿Qué más podría Yo hacer por la hija de mi pueblo?"

Acrisolar significa, depurar, purificar en el crisol por medio del fuego, el oro y otros metales.

En el versículo anterior vemos la acción tanto de acrisolar como la de probar; este probar es el mismo "bachan" que vimos, un probar, especialmente probar en metales. Pedro también nos habla de esto en 1 Pedro 1:7:

"Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual, aunque perecedero, es probado por fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesús el Mesías"

La Palabra es acrisolada; debemos ser acrisolados para que la Palabra, el Logos, Cristo, more en nosotros, Salmo 18:30:

"El camino de Ha-'El es perfecto, La palabra de YHVH, acrisolada. Escudo es a todos los que se refugian en Él."

Este fuego, este ser probado con un proceso de acrisolar, de purificación, es el mismo principio hoy en día. Los juicios del Señor son tiempos de alineamientos, y más deseables que toda riqueza y más dulces que la miel como dice el rey David en Salmo 19:9-10; pero si estamos en sus caminos, porque de su fuego somos purificados, y lo que es impuro no permanece en el acrisolado; mientras más impurezas por cosas que llevemos en nuestras vidas, que el Señor nunca nos habló, ni el Padre nos mostró hacer, habrá dolor.

Una cosa es ser perfeccionados por lo que es un proceso de madurez, y otras es cuando arrastramos estas impurezas; son dos tipos de dolores distintos.

Ejemplo, no hago ejercicio, salgo a trotar, al comienzo será doloroso. Pero iré agarrando ritmo con una sana rutina, a la vez que buena alimentación, y mi estado postrer será mucho mejor, sin heridas permanentes en el proceso. Pero si tengo una mala mayordomía con mi cuerpo, no hago ejercicio ni buena alimentación, vendrá otro tipo de dolor, con heridas permanentes como una enfermedad como la diabetes.

Son dos tipos de dolores, para dos resultados distintos, en medio del juicio del Señor. Y para cada caso, la responsabilidad cae en nosotros con lo que hemos recibido del Padre y el Hijo.

Debemos cuidar, si sobre el fundamento que es Cristo, estamos edificando lo que es del Padre y el Hijo. Si no viene la prueba, y si fue con materiales del mundo caído, con impurezas, no quedará nada, todo será consumido. Esto principio nos lo habla claramente Pablo en 1 Corintios 3:9-15:

"Porque somos colaboradores de Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, como perito arquitecto puse un fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno vea cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesús el Mesías. Si sobre el fundamento alguno edifica oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca; la obra de cada uno se hará manifiesta, porque el día la mostrará, pues con fuego está siendo revelada, y el fuego probará la clase de obra de cada uno. Si la obra de alguno que sobreedificó, permanece, recibirá recompensa. Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; si bien él mismo será salvo, aunque así como a través del fuego."

No suelo citar pasajes muy extensos pero importantísimo es 1 Corintios 3:9-15; veamos en profundidad:

  • Somos colaboradores de Dios; colaboradores en la edificación del Cuerpo.
  • A su vez somos Casa de Dios: Casa de el Hijo, el Padre y el Espíritu Santo.
  • El fundamento es uno, Jesús el Mesías.
  • Sobre este fundamento edificamos al Cuerpo de Cristo, y así otros nos edifican, Hermanos con Hermanos; por ello la importancia de no dejar de congregarnos, y la disciplina y el presbiterio que vimos en columna anterior; hágase todo en orden como dice el también el Apóstol Pablo.
  • Edificándonos entre Hermanos somos co-edificadores con Dios. Y sí, podemos edificar con lo incorrecto, como la madera, que es naturaleza del hombre sin Dios.
  • Viene la prueba, que es el fuego de Dios.
  • La recompensa si edificamos en Cristo.
  • Advertencia del resultado si edifiqué sin Dios, con materiales de hombre y mundo caído; no quedará nada.

Este pasaje termina con la advertencia, porque si vemos el comienzo de este capítulo, vemos que Pablo está poniendo orden, evidenciando lo que estaba torcido, fuera de Dios, en la Iglesia de Corintios; ver siempre el contexto de un pasaje con la guía del Espíritu Santo es muy importante al estudiar las Escrituras y recibir revelación.

Es interesante a la luz del versículo anterior, ver 1 Corintios 14:26 y versículo 40:

"Entonces, ¿qué hay, hermanos? Cuando os reunáis, cada uno tiene salmo, tiene doctrina, tiene revelación, tiene lenguas, tiene interpretación; hágase todo para edificación."

"Pero hágase todo decentemente y con orden."

Edificación en griego es "oikodom", que significa también arquitectura. La edificación que vemos aquí, el tener cuidado cómo debe ser la obra que Dios nos ha mostrado; y sea esta desde el nivel personal, familiar de la obra, cómo educo a mis hijos por ejemplo. Como también a nivel de Iglesia, congregacional, cómo obro en el Cuerpo de Cristo, qué hacer en la reunión de esta semana por ejemplo. Hasta a nivel del territorio, de la nación, lo que hacemos como Iglesia.

Es entonces vital si ocupamos los materiales de Dios en lo que obremos, ya que como vimos, Él prueba; como prueba los metales, Él nos acrisola, nos purifica, vamos por más. Y si edificamos con lo que el Padre nos ha mostrado, salimos victoriosos y a su vez subimos de nivel. Se cumple y vivimos 2 Corintios 3:18:

"Pero nosotros todos, con rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, vamos siendo transformados por el Espíritu, de gloria en gloria, en la misma imagen del Señor"

Estar en su presencia, es estar en su fuego. Y nos acrisola, nos purifica si estamos edificando, caminando en su camino, como también vemos en 1 Juan 1:7 que veremos también un poco más adelante, y vamos cambiando en nueva criatura a su imagen y semejanza.

A su imagen y semejanza es a lo que hemos sido llamados, para estos son los materiales de la edificación, como vemos en Romanos 8:28-29:

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien, a los que son llamados conforme a su propósito. Porque a los que antes escogió, también los predestinó a ser de la misma forma de la imagen de su Hijo, para que Él sea primogénito entre muchos hermanos"

Entonces, el principio de con qué material sobre edificamos cobra mayor relevancia. Si lo que hago en mi vida no es ser luz de Cristo para otros, para dar de su imagen y semejanza, y edificar con ella y no otra cosa. O lo que recibo no es para edificarme a su imagen y semejanza, estamos perdiendo el tiempo. Y su fuego no dejará nada de esas obras con materiales que no mostró el Padre, que solo son vanidad y correr tras el viento.

Si no es con guía del Espíritu Santo, ponerle a una obra "esto es para Dios", o construir algo y ponerle un cartel "obra del Señor", no lo hará que lo edificado sea con los materiales del Reino de Dios. Sino Pablo en 1 Corintios 3:9-15 no hubiera dado esta advertencia:

"...., pero cada uno vea cómo sobreedifica."

Y hubiera dicho algo como:

"...., y sea con lo que edifiques, bendícelo antes en el nombre del Señor para que sea santificado y de agrado a Dios."

Por graficarlo de una manera.

Examinémonos:

  • ¿Cada actividad en la congregación, es para edificarnos en Cristo?
  • Si estudio o trabajo, ¿lo hago en luz, para ser luz de Cristo para otros, como pagar mis impuestos, y que el resultado de lo que produzco no dañe a la sociedad?
  • Las áreas en las que estudio o trabajo, ¿obro en luz y justicia, para ser lámpara de Cristo a otros?
  • ¿Trato a mi cónyuge, a mis hijos, a toda mi parentela, con luz de Cristo?

Entre otros. Que el Espíritu Santo vaya mostrando según la vida de cada uno. Y no olvidemos los tiempos de reposo que no son malos y necesarios, tanto a nivel personal como de actividad dentro de la congregación, como un viaje en verano a un lugar bonito. Pero aún en los tiempos de reposo podemos edificarnos en Cristo y cuidar no salirnos de Él. Así como esos tiempos de estar quietos y ver que Él es el Señor, el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Como ya vimos, pidamos al Padre que nos examine, y poner en la cruz de Cristo todo lo expuesto que deba morir. Y podamos enmendar, restituir pidiendo perdón por lo malo, para volver completamente a sus caminos, no como un religioso. Ser más que un creyente, vivir como Hijos de Dios plenamente, que esto es más que la salvación, es vivir cada día en su casa, y Dios more en nosotros cada día.

¡Qué tremendo es esto!

Si somos acrisolados por no salirnos de su camino, lo que nos muestra hacer, como nada hace el Hijo si no es lo que ve al Padre hacer, vivimos también Salmos 84:7:

"Irán de poder en poder, Verán a 'Elohim en Sión."

En otras traducciones se traduce como "de victoria en victoria", y es que en hebreo aquí "poder" es chayil, que significa tanto poder como victoria, como también significa un ejército, riqueza, virtud, valor, fortaleza, fuerte, valor, virtuoso, esforzado, proesa, robusto, vigor, virtud.

Qué tremendo, caminar cada paso con todo lo que el Padre nos quiere dar, con todo chayil.

Si bien Jeremías 17:9 nos habla que el corazón del hombre es engañoso, contexto, antiguo pacto, en el nuevo pacto somos llamados a vivir en el postrer Adán, ya no ser polvo, ser nueva criatura, con el corazón del Padre y la mente de Cristo. Estamos en otra posición. Lo que vivimos vivirlo en Cristo Jesús; más de este tema en la Columna 7 No confundirnos con el polvo, pero vamos en orden.

Debemos entonces, limpiarnos de toda contaminación, como Pablo nos anima en 2 Corintios 7:1:

"Así que, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios."

Y vemos en este mismo libro en el capítulo 6 el llamado a permanecer con lo recibido de Dios, y del versículo 14 al 18, la responsabilidad de cuidarnos con lo que hacemos, somos templo de Dios, y termina declarando que así Dios nos será por Padre:

"No estéis unidos en yugo desigual con incrédulos, pues ¿qué compañerismo hay entre la justicia y la iniquidad? ¿Y qué comunión hay de la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia del Mesías con Belial? ¿O qué parte del creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo entre el santuario de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos santuario del Dios viviente, como dijo Dios: Habitaré entre ellos y entre ellos andaré; Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por tanto, Salid de en medio de ellos, y separaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y os seré por Padre, y vosotros me seréis por hijos e hijas, Dice el Señor Todopoderoso."

¡Cuán importante es cómo vivimos!

La importancia de confesar nuestros pecados. Proverbios 28:13:

"El que encubre sus pecados no prosperará, Pero el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia."

Dios siempre nos podrá limpiar si confesamos, 1 Juan 1:9-10;

"Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso, y su palabra no está en nosotros."

Aquí la palabra confesar en griego es "homologeo", que también significa "asentir" y "pacto". "Palabra" en versículo 10 anterior es Logos, que es Cristo, traducido en otras versiones como el Verbo.

Vemos que hay condición para ser limpios, confesar el pecado, pero también en la posición, si estamos fuera o dentro de Cristo, en sus manos o nos bajamos, en sus caminos o los de este mundo y el viejo Adán, 1 Juan 1:7:

"Pero si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado."

Estar en su posición, en Cristo, nuestro corazón nos da paz, tenemos esa comunión en fidelidad, en Dios, o vivir el otro escenario que vemos en 1 Juan 3:20:

"Pues si nuestro corazón nos condena, mayor que nuestro corazón es Dios, y Él conoce todas las cosas."

Versículos 21 y 22 siguientes, en la paz del corazón que tenemos con el Padre al estar en sus caminos:

"Amados, si el corazón no nos condena, confianza tenemos para con Dios, y recibimos de parte de Él cualquier cosa que le pidamos, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que es grato ante Él."

Como nota al margen, no confundir con la falsa paz del hipócrita, de los tibios, y/o de los que han cauterizado su conciencia de tanto pecar y permanecer en rebelión frente a los ojos de Dios.

Este mismo principio de posición en Cristo en 1 Juan 1:7 que hemos visto, es el que Jesús antes de ir a la cruz nos muestra en Juan 15:1-4

"Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo levanta; y todo el que lleva fruto, lo limpia para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios en virtud de la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y Yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí."

Sin Cristo nada hacemos. Y no es algo de "declarar" que estoy en Cristo, de "orarlo" cada mañana. Sí, tiene que ver con lo que creo, con lo que declaro, pero también con cada aspecto, cada área de nuestras vidas. Es un tema de posición nuestra fidelidad en Dios cuando llevamos fruto, hacemos su obra, Juan 15:16:

"No me elegisteis vosotros a mí, sino que Yo os elegí y os puse para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca, para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé."

Y es este principio a cumplir, nuestra posición en Cristo, estar donde Él nos ha colocado, nos ha posicionado, no donde nosotros creemos debemos estar, a nivel de todo: Desde lo que estudiamos, dónde trabajamos, dónde vivimos, con quién formo un hogar, dónde y cómo servimos a Cristo, etc...., para que así alineados fielmente al Padre, llevemos ese fruto que permanece. Y recién en este punto, estaremos viviendo la posición de que todo lo que pidamos el Padre Dios en el nombre de Jesucristo, nos lo dará.

Debemos entonces caminar en su luz con la guía del Espíritu Santo, haciendo morir las obras de la carne al ser transformados en nueva criatura, y en cada etapa alcanzando nuevas alturas de ser a la imagen y semejanza de Cristo, el Primogénito y Rey de toda creación.

Y qué duro es lo siguiente, pero solo los que son guiados por el Espíritu Santo son Hijos de Dios, Romanos 8:12-15:

"Así que entonces, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne. Porque si vivís conforme a la carne, estáis a punto de morir; pero si por el espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios."

Este mismo principio, es lo que le dice un ángel a Juan en Apocalipsis 19:10:

"Y yo caí ante sus pies para adorarlo, pero me dijo: ¡Mira, no!, que soy consiervo tuyo y de tus hermanos, de los que retienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía."

Retener el testimonio de Jesús, es permanecer en Él.

Así mismo buscar a Dios, no como algo de solo leer la Biblia. Veamos 1 Crónicas 16:11:

"Buscad a YHVH y su fortaleza; Buscad su rostro continuamente."

Aquí buscar en hebreo es "darash", que significa buscar, preguntar, indagar, inquirir, escudriñar, perseguir, procurar, y en un sentido de adoración. No es un buscar religiosamente, de leer las Escrituras nada más. Es que mi vida siga a Cristo, que todo lo que haga adore a Cristo, esté en su luz y muestre su luz, como lámparas vivas que somos para dar luz al mundo.

Y ya en el nuevo testamento, como vimos en 1 Juan 1:7, ahora con Cristo y el Padre viviendo en nosotros, y nosotros en ellos, la figura es de posición, de permanecer en ellos, en su luz.

Somos su templo. Importante si somos su morada, su templo, su Casa, cómo debe estar esta. Principio de esto lo vemos en Mateo 21:13:

"Y les dice: Está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración, pero vosotros la estáis haciendo cueva de ladrones."

Casa aquí es "oikos" en griego, que también significa templo, el cuál tras la resurrección somos nosotros. Nuestra vida debe ser para la gloria del Padre y el Hijo, no en pecado.

No solo somos templo individual cada Hijo de Dios. Somos un gran Cuerpo de Cristo, y ya nos hemos acercado a la Jerusalén Celestial, como vemos en Hebreo 12:22, y como vemos en versículos siguientes, en esta gran ciudad eterna del Padre y el Hijo, está todo el Reino de Dios.

Vivir en luz no se trata de declarar "soy limpio por la sangre de Cristo" todas las mañanas, si no permanezco en Cristo. Sí, alcanzamos misericordia por gracia. La misericordia que hemos llegado a tener, el llamado, como vemos en 1 Pedro 2:9-10. Pero también, en 2 Corintios 4:1-3 vemos el peso de la misericordia a la que hemos llegado, con la responsabilidad de mantenernos, de permanecer en sus caminos, en la mano de Cristo:

"Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio, según la misericordia que recibimos, no desmayamos; sino que renunciamos a subterfugios deshonestos, no andando con astucia ni adulterando la Palabra de Dios, sino encomendándonos a toda conciencia humana en presencia de Dios, para manifestación de la verdad. Y si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto"

Cuan clave cómo comienza el versículo, no desmayemos ahora estando en la salvación. Aquí desmayamos en griego es "ekkakeo", que también significa debilitar y fallar.

Entonces, si fallamos, por acción de uno, responsabilidad de uno, y caemos en principios fuera de Dios, nuestro evangelio está separado de Dios, y no será de luz en Cristo para nadie a quien le hablemos. O al interceder, nuestra oración no tendrá ningún peso. Y así cada acción que queramos hacer.

Permanezcamos en el Hijo y el Padre.

Tercer principio: Debemos pedir la guía, la revelación del Espíritu Santo. Vimos lo vital que es edificar con los materiales del Padre, y no con madera, heno y hojarasca. Y no olvidar la importantísima base que son las Escrituras, que las cosas oídas no las dejes escurrir como vemos en Hebreos 2:1. Pero para las cosas más específicas de cada uno, debemos tener la guía de su Espíritu.

En las Escrituras no encontrarás qué carrera estudiar, cuáles son los alimentos que el Señor en distintas épocas de tu vida te dirá que comas, el nombre de con quien entrar en matrimonio, que lugares puedo y cuales no ir a lugares de vacaciones, qué predicar este día, y así, cada cosa en nuestras vidas, sea a nivel personal, familiar, como dentro del Cuerpo de Cristo, y hasta la dirección por las naciones.

El Señor me llevó a esta pregunta tan sencilla:

Tu primer alimento del día, ¿me has preguntado si yo lo apruebo o quiero que desayunes otra cosa?.

Y esto va más allá del tema nutricional, en el que sí, debemos tener buena mayordomía, administración con nuestro cuerpo, nuestra salud física. El Señor tiene un diseño para cada uno incluso en lo que quiere que nos alimentemos.

Veamos sobre este principio, en el que debemos conocer más al Hijo y al Padre, para ver más claramente los pasos que quieren que demos; podamos entrar a las profundidades del Espíritu Santo.

Él nos guía, Romanos 8:26:

"Y asimismo, también el Espíritu ayuda nuestra debilidad, pues no sabemos qué orar como conviene, pero el mismo Espíritu intercede con gemidos indecibles"

Debemos escuchar al Espíritu Santo. Pero muchas veces queremos ir por los asuntos grandes a primeras. Puede que el Señor quiere que comiences con lo sencillo, madurar aún en lo poco para que en lo mucho te pueda poner. O quizás el Espíritu de Dios ya te ha hablado muchas cosas que debías hacer y no la has hecho, y no puedes ir por las cosas nuevas en la mesa del Padre; más de esto, lo profundizo en la Columna 4 Comerse el pan añejo.

Hay un misterio sobre el espíritu del hombre y de Dios, en que ambos conocen las profundidades de cada uno, que vemos en 1 Corintios 2:11:

"Pues ¿quién de los hombres sabe lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así también, nadie ha conocido las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios."

Es entonces, que como Hijos de Dios, podemos conocer las profundidades del Padre, si no nos salimos de su camino, vivimos en luz como hemos visto. Y al conocer sus profundidades, permaneciendo como uno en Dios como vemos en Juan 17:21, podremos vernos a nosotros mismos, ahora a la luz del Hijo y el Padre, y ver lo que hay que limpiar de nuestras habitaciones; porque el hombre sin Dios se cree justo, y no ve las fosas de perdición que cava para su vida. Y es un proceso, como vemos en varios versículos como Efesios 4:13:

"Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud del Mesías."

Porque llegamos a Él, nos convertimos en nueva criatura en Cristo, amén, pero aún hay mucho polvo dentro nuestro que limpiar. Y es aquí que la luz de su Espíritu nos muestra ahora la suciedad que antes no veíamos.

Y nos va guiando; mismo pasaje anterior 1 Corintios 2, ahora versículos 12 y 13:

"Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos concedió gratuitamente. Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, adaptando lo espiritual a lo espiritual."

Entonces no solo el Espíritu Santo es el Paracleto, el Consolador que nos deja el Señor, sino también es un gran profesor, maestro, guía, para entender las cosas espirituales, que nos enseña cómo vivir en el Reino de Dios. Ya que vivir en el Reino es algo que se nos ha concedido ahora. Podemos ya vivir esta realidad. Por eso dice el pasaje anterior que no hemos recibido el espíritu del mundo. Y luego en versículo 14 nos habla que el hombre natural no entiende las cosas de Dios, y que ahora nosotros podemos entenderlas.

La pregunta es entonces:

¿Estás viviendo quizás en áreas de tu vida, guiado por el espíritu del mundo?

Todos comenzamos la vida en Cristo como nueva criatura, y de a poco vamos cambiando muchos patrones mentales, y siendo cada vez más sensibles con el Espíritu Santo. Pero si llevas años, décadas luchando con lo mismo, y no puedes diferenciar si la voz que escuchas es la del mundo, del diablo, de tu alma o una que proviene de Dios, no estás solo, no luches solo, somos un Cuerpo, el de Cristo. Ve los principios de la Columna 1 sobre acudir con el Presbiterio.

Pero 1 Corintios 2 no solo se queda aquí, el Apóstol Pablo profundiza mucho más en esta guía, ya que nos lleva a conocer las profundidades del Padre, para juzgar las cosas de este mundo, versículo 15:

"En cambio, el espiritual juzga todas las cosas, pero él no es juzgado por nadie."

Y si vivimos en luz permaneciendo en Cristo, no somos juzgados, porque Cristo no es juzgado. Pero si estamos fuera de Él, o alguna área de nuestra vida ya expuesta a su luz sigue fuera, si algo que nos ha mostrado el Señor cambios no lo hemos hecho, esta es otra historia.

Y si bien en el antiguo testamento, se nos habla que sus pensamientos son más altos que el de los hombre, que nadie podía entender a Dios, Isaías 55:8-9:

"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, Ni vuestros caminos mis caminos, dice YHVH. Porque como los cielos son más altos que la tierra, Así mis caminos son más altos que vuestros caminos, Y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Ahora, con la resurrección de Cristo, tenemos todo del Hijo y el Padre, somos Hijos de Dios, y llegamos a tener su mente; 1 Corintios 2:16:

"Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién lo instruirá? Pero nosotros tenemos la mente del Mesías."

¿Quieres vivir en el antiguo pacto, o el pacto de resurrección de la cruz de Cristo?.

Esto es tremendo. Una cosa es que venga Albert Einstein, y me enseñe por completo la teoría de la relatividad, y otra muy distinta, es que tenga la mente de Albert Einstein.

Este es el nivel de gloria que llevamos. Tenemos la mente de Cristo. Pero Dios no controla. Dios no te obliga a que sigas al Espíritu Santo. Y si no dejas lo que tienes que dejar, si no haces lo que debes de hacer, y así cada cosa que el Padre te muestre, nos moveremos con el espíritu del mundo, no el suyo, y no podremos obrar con la mente de Cristo.

En Dios es todo o nada, no puedes jugar a ambos bandos; en el día vivir en el Reino y en la noche ir a divertirte en el Cairo, Egipto. Y sí, el cambio no es de un día para otro. Pero otra cosa es ser tibio como vemos en Apocalipsis, que ya conociendo la luz sobre un asunto, escojamos deliberadamente oscuridad, aún cuando el Padre te ha mostrado que hay que salir de algún tema.

De el Espíritu Santo como guía, como maestro, también nos habla Jesús en Juan 14:26:

"Pero el Paracleto, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os dije."

Y es que la guía del Espíritu Santo, su revelación, nos habilita para comprender profundidades que sin Él serían imposibles de sobrellevar. Y esto lo vemos en que el mismo Jesús, con todo lo tremendo que enseñó y mostró del Reino para glorificar al Padre, les dice a sus discípulos que había mucho más, pero que necesitaban del Espíritu Santo para entenderlo, como vemos en Juan 16:12-13:

"Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga Aquél, el Espíritu de la Verdad, os guiará en toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará cuanto oirá, y os anunciará las cosas que han de venir."

¡Qué tremendo! El Espíritu Santo nos guiará en todo lo que acontecerá.

Y así como tenemos la mente de Cristo, vivimos otra realidad siendo uno con el Hijo y el Padre, permaneciendo en Dios, también nos da un nuevo corazón que viene con su Espíritu, Ezequiel 36:26:

"Os daré un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra"

Qué importante lo último, de nada sirve todo lo que nos da, si no lo ponemos por obra.

Y somos un solo Cuerpo, llegamos en unanimidad en un solo Cuerpo, un solo corazón, como vemos de testimonio en Hechos 4:32:

"Uno solo era el corazón y el alma de la multitud de los que creyeron, y ni uno solo decía ser suyo propio algo de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común."

¡Qué grande es el Cuerpo de Cristo cuando vivimos en diseño permaneciendo en Él! Se vive un diseño de unanimidad con los Hermanos. Pero nuevamente, es decisión de uno seguir el Espíritu, para así vivir con la mente del Señor y el nuevo corazón del Padre.

Sobre el Espíritu Santo que nos enseñará lo presente y futuro, con las revelaciones que Jesús no pudo llegar a enseñar porque en ese momento no lo podrían soportar, estas mayores revelaciones que las que dio Jesús antes de ir a la cruz, profundizaremos más en la Columna 3.

Con esta tremenda guía del Espíritu Santo, con la mente de Cristo, con el nuevo corazón de Dios, debemos ser valientes en los pasos que vamos a dar, discerniendo qué es para glorificar al Padre, y qué es polvo, el viejo Adán, del mundo. Y así cuando intercedamos, hacerlo con este discernimiento.

Cuarto principio: Debemos callar la voz del enemigo, Santiago 4:7-8:

"¡Someteos pues a Dios, y resistid al diablo y huirá de vosotros! ¡Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros! ¡Limpiaos las manos, oh pecadores, y purificaos los corazones, los que sois de doble ánimo!"

Importante aquí, si uno se ha contaminado, ha pecado, hay que limpiarse. Pero puede que uno no haya cometido el pecado, pero lo tenga incubando en su corazón; si bien resistiéndose y no ejecutando el pecado, de vez en cuando, o constantemente, imaginando situaciones en que lo comete. De esto último Jesús nos habla en Mateo 5:28:

"Pero Yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón"

Por esto que el llamado en Santiago 4:7-8 es tanto limpiarse las manos como purificar el corazón, porque con el hecho de que la idea de pecar permanezca en nuestro corazón, ya hemos pecado.

Debemos también discernir con la guía del Espíritu Santo, que hay situaciones en las que uno no puede resistirse, y debe huir de ellas. Siguiendo en el mismo tema de la sexualidad, vemos cómo el Apóstol Pablo aconseja de esto a Timoteo; 2 Timoteo 2:22:

"Huye de las pasiones juveniles, sigue en pos de la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón puro invocan al Señor."

Allí entendemos lo que nos dice Jesús en Mateo 5:28. Una cosa es ir caminando en la calle, y ves pasar frente tuyo a una mujer con poca ropa, voluptuosa y atractiva. La primera mirada no fue por tu decisión, ocurrió, ya estabas mirando en esa dirección. Pero de tí es la decisión de seguir mirándola, porque, puedes hacer muchas cosas, como voltear la mirada, cruzar la calle e irte por otro camino, por ejemplo. Entonces, es de uno luego si se mantiene la mirada, la está codiciando.

Y como vemos Pablo que le dice a Timoteo, huye de esas situaciones de "pasiones juveniles". Si estás saliendo de pecados sexuales, no te vayas de vacaciones a una playa donde sabes que es normal usar bikinis diminutos; mejor ve al campo o a la montaña, o ve a playas de ambientes más familiares. Seamos mansos pero no mensos.

Es entonces que, así como la mujer atractiva que se me cruce, de mí es decidir si la sigo mirando o me voy por otro camino, debemos actuar en otras situaciones que se nos presentan.

Si veo una conversación que parece entretenida, pero veo luego que solo están hablando mal de una o más personas, están murmurando, mejor me aparto de eso. Si vengo saliendo se situaciones de violencia en mi vida, no voy a ir a ver una película que muestre situaciones de asesinatos y violaciones. Si vengo saliendo de las drogas o el alcohol, no me voy a volver a juntar con personas que consumen habitualmente, si aún no estoy maduro y sanado en esta área para no volver a caer, o el pensamiento de querer consumir se anide nuevamente en mi corazón y recaiga días o semanas después.

Debemos huir de circunstancias en las que uno voluntariamente puede entrar, y que luego no podemos combatir con el Espíritu simplemente, como las pasiones juveniles. Y así también huir de situaciones en áreas en las que aún no hemos sido sanados ni alcanzado madurez en Cristo. Pero no me mal entiendan. No es que Dios no tenga poder.

Si te vas a una fiesta que sabes hay libertinaje, y vas avanzando con alguien cad vez más, y llegan hasta el momento íntimo, y obraste por tu propia voluntad, tu propio deseo, en todo el camino. Pero justo antes del acto más íntimo te das cuenta que está mal lo que estás haciendo, va a ser muy difícil que el Espíritu Santo te saque, porque has obrado tan profundamente en los deseos de la carne, que ya no te puedes detener, y escuchas más fuerte la voz de tu carne embriagada en las pasiones, que la voz del Espíritu Santo que clama salvación.

Veamos nuevamente Santiago 4:7-8, al inicio, los 3 principales actos:

  • Someterse a Dios.
  • Resistirse al diablo.
  • El diablo huirá de nosotros.

"Pero si acabas de decir que hay situaciones que no nos podemos resistir, como Pablo le dice a Timoteo, por las pasiones juveniles", podría uno decir. Y no es que la Biblia se contradiga. Lo que Pablo le dice a Timoteo, es también Palabra de Dios, como vimos en la columna 1, la importancia del liderazgo, el presbiterio.

Es entonces, que si no vivo en luz como vimos en 1 Juan 1:7, no me estoy sometiendo a Dios, no seré limpio, y el diablo no huirá de nosotros. La palabra "someteos" en el pasaje anterior de Santiago, en griego es "hupotassoo", que también significa "obedecer", "estar bajo obediencia".

Si te estás sometiendo a Dios, estás bajo su obediencia; sigues la voz del Señor, y ves al Padre para hacer lo que te muestra hacer, no entrarás a circunstancias como la de las pasiones juveniles, y como el del ejemplo de la fiesta que daba. Es sencillo, como difícil sino aún vivo en el viejo Adán en áreas de mi vida.

De esta manera el diablo no estará en nosotros, su voz no tendrá eco en nosotros, pesará muy poco, y con una oración y tiempo de adoración, esta podrá ser callada. Y con la voz del diablo callada, podremos interceder escuchando y viendo claramente a Dios, sin distracciones ni desviaciones; la intercesión es de las obras de la Iglesia donde más el adversario se quiere entrometer con su voz, ya que es una de las obras donde más autoridad ejerce el Cuerpo de Cristo en los cielos y en la tierra.

Quinto Principio: Silenciar la imaginación. Debemos tener una imaginación limpia. Imagina ir al cine, hay siempre un proyector, y un telón donde se proyecta la imagen. Para decirlo de forma sencilla, cuando te imaginas algo, se proyecta en un telón. Y cuando vemos en el espíritu, se proyecta en el mismo telón que el que usa la imaginación. Entonces si nuestra mente está saturada con cosas que ha ido poniendo el diablo, muchas de ellas que no las permite, estas como manchas, suciedades, pensamientos e ideas que no provienen de Dios, irán oscureciendo el telón como desvirtuando la imagen que el Padre quiere proyectar. Es por esto que muchas veces no podemos ver en el espíritu, o vemos algo, y lo interpretamos mal.

Una vez un profeta me comentó, cuando estaba en un mal momento en su vida personal, que el Señor le habló que se debía entrar a un tiempo de juicio, de corrección. Su mente no estaba contaminada por pecados, pero sí muy nublada con muchos pensamientos. El profeta entonces interpretó que este tiempo era para la congregación, cuando era algo solo para el profeta.

Y el ejemplo anterior es algo que no produce mucho daño. Pero qué ocurra ante decisiones importantes, como si debemos ir a hacer una guerra territorial a un monte y con qué diseño, por dar un ejemplo. Hay que tener cuidado cuando se siente y se ve algo del Señor, pero en la mente hay anidadas tantas cosas, que se terminan interpretando como profecías cosas que no son. Que tienen base en lo que el Señor quería mostrar, pero como el telón estaba tan contaminado, a la vez en el telón se proyectaron, lo que el Espíritu de Dios estaba revelando, junto con lo que la mente tenía de contaminación con ideas, conceptos e imágenes, dando una imagen final sobre el telón que no reflejaba lo que Dios realmente quería mostrar.

Lo anterior pasa muchas veces, en el liderazgo. El Señor llama al liderazgo a un ayuno, y el liderazgo interpreta finalmente que toda la congregación debe ayunar; a veces por temor, y otras de forma casi inconsciente: Como ayunar es por limpieza, o preparación para algo, cómo va a ayunar solo el liderazgo, se vería mal, pensarían que algo malo hay en el liderazgo, entonces que sea para todos.

Este principio va muy unido al anterior. Si me he metido por donde el Señor no me permitió, como si me mantuve viendo a la chica atractiva por la calle en vez de mirar a otro lado o tomar otro camino, mi mente, el proyector, comenzará a ensuciarse. Y cuando el Señor quiera mostrar algo, no veré claramente. Y esto es super importante, sobre todo ante decisiones para los más jóvenes, de con quien tomar como cónyuge (matrimonio).

Aquí importante para una mente limpia, para silenciar la imaginación, debemos de cuidar, preguntando a Dios, qué cosas estamos consumiendo, como programas de TV/radio/internet, personas con las que nos reunimos, entre otros, que contaminan nuestra mente. No es que algo no sea de Dios para no ver necesariamente.

He visto que hay 3 escenarios de tipos de contenido:

  • El medio contamina y no debemos de ver jamás. Por ejemplo, películas basadas en libros de Stephen King, ver pornografía, ver videos de grabaciones reales de muertes, ver tarotistas en la televisión, entre otros, que son contenido que contaminan.

  • El medio no contamina, pero es si con mi madurez yo puedo verlo. No todos pueden ver todo. Uno puede estar saliendo de situaciones de violencia, no ver películas de acción con violencia hasta estar sanado en esta área, por ejemplo.

De estos primeros dos, no se trata de "si el autor es cristiano". Puedo ver una buena película de acción de Jackie Chan, y no hay problema. O contenido con base cristiana como Las Crónicas de Narnia. Pero hay contenido que contamina. El Espíritu Santo te guíe, y no caer en extremismos religiosos.

  • Lo que tiene que ver con mi llamado. Ejemplo en esto último, si no estoy llamado a combatir en el área de la masonería, y si el Señor no me permite ver este tipo de contenido para un propósito específico que me ha hablado, leer libros de la masonería me contaminará.

Tampoco caer en que la imaginación sea mala, esta nos ayuda a comprender principios del Reino de Dios y cómo operar en Él. Pero debemos tener una mente limpia para poder ver lo que el Padre quiere mostrar, callar la voz contaminada que tengamos; 2 Corintios 10:3-6:

"Porque aunque vivimos en la carne, no militamos según la carne. Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas; destruyendo razonamientos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia del Mesías; estando dispuestos a castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea completa."

El versículo 6 es clave, la condición "cuando vuestra obediencia sea completa", para que Dios opere en nosotros y nos limpie. Si no le obedezco, recordando todo lo que vivimos en la Columna 1, no vencerás los deseos de la carne, y seguirás luchando con pensamientos por años y décadas más. La vida en Cristo es sencilla, Mateo 11:30. Su yugo es fácil y ligera es su carga.

Sexto Principio: Esperar en Dios, porque muchas veces nos afanamos, y hay tiempos de reposo, como también de solo estar quietos, y ver su mano sobre nosotros; Salmo 46:10:

"Estad quietos, y conoced que Yo soy 'Elohim, Seré exaltado entre las naciones, Seré enaltecido en la tierra."

Debemos estar firmes en Él cuando esperemos, Salmo 62:5-7:

"Sólo en Dios aquiétate alma mía, Porque de Él procede mi esperanza. Sólo Él es mi Roca y mi salvación, Mi alto refugio: no seré sacudido. En 'Elohim está mi salvación y mi gloria, La Roca de mi fortaleza, mi refugio, está en 'Elohim."

No basta con decir "espero en el Señor", si esperas por algo que Dios no te ha mandado, por algo que el Padre nunca mostró por tu vida; allí estarás esperando no en La Roca, sino en cualquier cosa del mundo, y perderás tiempo de tu vida.

No pierdas tu tiempo esperando en vanidad, en correr tras el viento. Debemos oír la voz de Dios, todos comenzamos como ovejas, Juan 10:27-28:

"Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me siguen, y Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano."

Importante de este pasaje, si oímos su voz y lo seguimos, podremos vivir que nos dé vida eterna, no perecer, y que no nos arrebaten de su mano; estamos en su mano con su vida eterna solo si le oímos y le seguimos. No basta con decir "vivo en Cristo" cada mañana, si lo que hago no es oyendo su voz. Y menos esperar por algo que el Señor nunca habló para mi vida. O esperar por algo cuando no he hecho la obra que Dios ya me ha hablado. O esperar por algo cuando he ido a hacer la obra que el Señor me ha hablado pero no con el diseño que el Padre ha mostrado.

Séptimo principio: Ante tiempos de intercesión, y todo lo que hagamos como Cuerpo de Cristo, y aún lo que decidamos hacer como familia, en lo que recibamos del Padre hacer, debemos hacerlo en unanimidad.

Nada en Cristo puede operar dividido, Mateo 12:25:

"Sabiendo sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no quedará en pie."

En la unanimidad, se manifiesta el Reino de Dios. Veamos estos dos versículos, Hechos 1:14 y Hechos 2:1-4:

"Todos éstos estaban unánimes, dedicados constantemente a la oración, con las mujeres, y Miriam, la madre de Jesús, y sus hermanos."

"Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente fue hecho en el cielo un estruendo, como de una ráfaga de viento impetuoso, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados. Y se les aparecieron lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía hablar."

Solo cuando estuvieron unánimes, el Espíritu Santo se manifestó y pudieron hacer todo lo que vemos a continuación de Hechos 2. Este es un ejemplo, un principio a seguir para ser luz, vivir como Iglesia de Cristo.

Este pasaje lo vimos en la Columna 1, volvamoslo a ver: Hechos 15 versículo 22 y versículo 25:

"Entonces pareció bien a los Apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, enviar de entre ellos varones escogidos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas, el que se llamaba Barsabás, y a Silas, varones prominentes entre los hermanos"

"Nos pareció bien, habiendo llegado a estar unánimes, elegir a unos varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo."

La unanimidad en el presbiterio, para, en este caso, enviar a las personas correctas, como así también unánimes en cada paso, en cada obra como Cuerpo de Cristo, unánimes también con el Espíritu Santo como vemos en los versículos 28-29 siguientes.

Estos 7 principios, y en este orden, son vitales a la hora de interceder, orar conforme al corazón del Hijo y el Padre.

Muy importante también: Siempre que oremos, intercedamos, terminar agradeciendo a Dios por lo recibido. Comenzamos alabando a Dios, y terminamos dando gracias al Padre por lo recibido.

Además de estos 7 principios, hay más principios importantes para caminar día a día como Hijos de Dios que continuaremos viendo.

Te recomiendo tomarte un Selah, una pausa, antes de continuar por esta columna. Puedas tener tiempos de intimidad con el Señor, y pedir exhortación y apoyo a tus líderes ante temas, situaciones, que no veas claramente, que necesites apoyo.

Selah.

Sigamos viendo más principios clave para nuestro caminar como Hijos de Dios,

Cómo debemos vivir unos con otros congregándonos con los Hermanos, como vemos de esto en Romanos 15:6:

"Para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de Jesús el Mesías, Señor nuestro."

Mi adoración no puede afectar a la adoración de toda la congregación, debemos tener mucho cuidado en esto; hágase todo en orden y para edificación de todos los Hermanos como nos dice el Apóstol Pablo. La adoración debe ser en unanimidad para bajar cántico nuevo, una alabanza en espíritu y en verdad, y venga revelación a través de este cántico nuevo; no existen los "rockstar" de alabanza, las "superestrellas"; seamos humildes en nuestra adoración cuando estemos en la congregación. Solo esto le agrada y honra a Dios, el Padre resiste, se opone a los soberbios, y aún más cuando se levanta adoración con este sentir.

Cuando enfrentemos dificultades, como una enfermedad, discernir en Dios lo que sucede. No religiosamente decir "es que el diablo nos está atacando". Muchas cosas malas vienen por nuestras propias acciones; comemos de los que se cosecha, de esa siembra que hicimos alejados de Dios.

Proverbios 26:2 nos habla de cómo las maldiciones tienen causa:

"Cual gorrión que aletea y golondrina que vuela, Así la maldición sin causa no se cumple."

Parafraseando, podemos decir, "no hay mal que no venga sin causa". En este versículo, la palabra "maldición" en hebreo es "kelawlaw", y que también además de maldición significa vilipendio.

Vilipendio según el diccionario de la RAE, significa desprecio, falta de estima, denigración de alguien o algo, humillación, difamación, deshonra. En lo que es falta de estima, algo que acompaña la depresión en algunos casos.

¿Estamos débiles, faltos de estima hacia nosotros mismos, como que cada semana algo malo ocurre y bajos de ánimo?

¿Estamos con una falta de estima hacia nuestros Hermanos y al prójimo, con un espíritu débil en poder ver lo bueno que tienen las personas, que hasta llegamos a ver con desprecio al resto, y en casos más extremos, difamar, deshonrar y hasta humillar a otro?

Preguntemos al Señor, que nos muestre, si estamos bajo una "kelawlaw" con la profundidad de su significado que hemos visto, que es tanto lo que es maldición como vilipendio, para ver su origen.

En cuanto al origen de las cosas malas, de estas malas situaciones, que pueden ser por nuestras propias acciones, nuestras propias decisiones. Muy claramente nos habla de esto Jacob, hermano de Jesús, en Santiago 1:13-15:

"Nadie que es tentado, diga: Soy tentado por Dios. Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado cuando es atraído por la propia concupiscencia, y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, engendra el pecado, y el pecado, ya desarrollado, da a luz la muerte."

En este versículo, en idioma original, "tentado" es "peirazo", que también significa "examinado" y "probado". Estas pruebas con el mal vienen de nuestros propios deseos, de nuestro corazón. Dios no tienta, no mentirnos con esto. Todo comienza con un pensamiento, una semilla, que uno mismo le da tierra y recursos para crecer en el corazón de uno. El infierno siempre querrá manipularnos y estará al acecho, no seamos ingenuos con esto. Si tenemos un pensamiento que no es de Dios, y lo dejamos permanecer en nosotros, ya es nuestra identidad de polvo, del viejo Adán, que está actuando y el diablo ingresando abono para que crezca esa semilla, el cual uno le permite que ingrese al corazón, uno permite que la semilla se siga alimentando de recursos que no son del Reino de Dios. Este abono que es la concupiscencia por darle una figura algo más gráfica. Luego de un pensamiento, se forma una estructura, imaginamos situaciones, y no nos lo sacamos de la mente; nos confiamos permaneciendo en este estado, y finalmente viene la obra del pecado, cuyo fruto es solo muerte. Y este es el fruto, lo malo que comenzará en nuestras vidas. O quizás no lo vivamos todo nosotros, pero si las siguientes generaciones, hasta la tercera y cuarta generación; Jeremías 31:29:

"En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera"

Lo que alimenta la concupiscencia: 1 Juan 2:15-17:

"No améis al mundo ni las cosas que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo: la codicia de la carne, la codicia de los ojos, y la soberbia de la vida, no viene del Padre, sino del mundo. Y el mundo está pasando, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre."

Importante la condición que vemos: El que hace la voluntad de Dios, este es el que permanece para siempre. No dice el que cree en Cristo permanece para siempre, creer que es para la salvación. O que lo es el que ha sido bautizado en Cristo. Acá ya se habla de nuestra posición permanente tras ser salvos, como vemos el verbo "hace" está en presente simple en modo indicativo, que nos habla de que es algo a hacer cada día y no solo una vez por decirlo en forma sencilla.

La salvación amén, es por gracias, no hacemos ningún esfuerzo ni pago para ser salvos, un solo sacrificio y para siempre es el de Cristo. Pero otra historia es la posición en que permanecemos tras haber alcanzado la salvación, en la que allí tenemos responsabilidad. De esto nos habla Juan, la responsabilidad en las decisiones que tomamos, en este caso, el amar lo del mundo o hacer la voluntad del Padre.

Examinemonos ante el Padre y el Hijo por lo que sucede en nuestras vidas que no fue bueno, que no vino de Dios, en cosas que muchas veces uno mismo se enredó, y dejemos de culpar de todo al diablo, cuando fueron nuestras propias decisiones, caminos que tomamos que no estaban en los diseños del Padre.

Vemos aquí también, que la prueba de Dios es una con el fuego, el acrisolado, en la que salimos más fortalecidos, de gloria en gloria y victoria en victoria, si estamos edificando y siendo edificados con los materiales del Padre y el Hijo, porque solo ellos son fuente de vida eterna. O se quema todo lo que hicimos alejados de Dios, como vimos en el segundo principio de esta columna.

Pero la otra prueba, examinación, tentación, el "peirazo" que vimos, que viene con el mal exclusivamente, es producto de nuestras propias obras fuera de Dios.

La concupiscencia que vemos también en este versículo, en resumen, es lo que alimenta los deseos de la carne, los deseos desatados del alma y el cuerpo biológico cuando nuestro espíritu está apagado, muerto, alejado de Dios. Es el combustible que alimenta la carnalidad. Este combustible de las tinieblas que uno mismo va permitiendo que ingrese, uno llena este estanque llamado concupiscencia; otros escenarios también, el estanque ya viene cargado por carga generacional, la iniquidad, y se junta con lo que uno mismo ha ido llenando más.

Por ejemplo, voy saliendo del pecado del adulterio, y mis padres se separaron por un tema de infidelidad. Pero no he tratado el tema de la lujuria. Voy de vacaciones a playas donde usan microbikinis, veo películas con escenas de sexo, escucho música como reggeaton con contenido sexual, me junto con personas que hablan del cuerpo de la mujer todo el día, etc..., yo mismo alimento el escenario en que se me va a presentar una tentación que caeré en ella y la pasaré mal en el estado postrer a que esta acción ocurra.

Y así con cada pecado, con cada caminar alejado del Padre y el Hijo.

Son pequeñas decisiones que tomamos. Otro ejemplo con el caso de la lujuria: Voy caminando por la calle, y se pone delante de mí una mujer con pronunciados atributos y una mini falda que deja ver bastante; es mi decisión seguir mirando, o cruzar la calle. Así también si voy en auto, o cualquier otro medio de transporte. Después de la primera mirada, no es el diablo el que mueve tu cuerpo para que sigas mirando, tú puedes decidir voltear la mirada a otro lado.

Y así otros escenarios menos obvios; otro ejemplo: Soy padre y vengo de una familia que desde hace varias generaciones atrás se ha practicado la hechicería, y es una iniquidad que estoy sanando en la Iglesia, en la congregación, con ayuda del presbiterio, para ser el primero que salga de esta iniquidad en mi familia. Mi hogar está saliendo de muchos problemas, como financieros, derivados de esta carga generacional. Y sobre todo por los hijos que están en etapa de la pubertad y no van siempre a la Iglesia. Veo en la congregación que se toca el tema de la hechicería, y sin preguntarle al Señor y al presbiterio si es un tema que estoy habilitado, maduro para profundizar en estudios, comienzo por mi mismo a estudiar el tema. Compro libros para estudiar la hechicería, y hasta le tomo mucho interés al tema. Pasa el tiempo, y me entero por mi hija, que cuando fueron a visitar a su abuela, esta le dio un regalo hablándole a mi hija que por su edad sentía que ya pronto iba a partir al "mundo de los espíritus", y le dio un amigo invisible que había tenido toda su vida y que siempre la guiaba, soplando sobre mi hija para que este amigo invisible ahora viviera con ella.

Otro ejemplo: Tengo problemas financieros, nunca me alcanza el dinero para todo lo que quiero, llevo años pidiendo al Señor salir de esto, pero a su vez, cuando puedo, no emito boleta y no pago impuestos, y voy a lugares a comprar en la calle en la informalidad porque es más barato porque no me alcanza para todo; se forma hasta un ciclo de declive por el mal en lo financiero, que también llegará a contaminar otras áreas de la vida de uno.

Debemos caminar también confiados, tampoco caer en la "paranoia" de "esto es del diablo". Vivir como Hijos de Dios, pero no alejarnos; estamos en este mundo, pero no somos de este mundo, no significa aislarnos en una burbuja, entre 4 paredes esté la Iglesia. Las lámparas, la Iglesia, está para ser puesto en lo alto en medio de las naciones; Lucas 8:16, Mateo 5:14-16.

Vemos también en Apocalipsis de la prueba que vendrá en los tiempos postreros sobre todo el mundo, en Apocalipsis 3:10:

"Por cuanto has guardado la Palabra de mi paciencia, Yo también te guardaré de la hora de la prueba que está a punto de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran en la tierra."

Acá Palabra, es Logos, el Verbo, Cristo. Ser fieles a Él. Y prueba aqui en griegos es "peirasmos", que viene de "peirazo" que vimos anteriormente en Santiago 1:13-15. Es decir, lo que es prueba por mal, no es que venga de Dios, sino como vemos en este versículo en Santiago, al alimentar la concupiscencia, al no guardar la Palabra, somos partícipe de esta prueba que viene sobre todo el mundo. Es entonces que si no alimento la concupiscencia, y hago la voluntad del Padre que vimos en 1 Juan 2:15-17, permanezco para siempre, y seremos guardados de la prueba que está a punto de venir sobre el mundo entero.

Separemos este tipo de prueba "peirazo", con el probado por el fuego de Dios, para acrisolarnos si estamos en sus caminos, como vimos en 1 Corintios 3:9-15, y 1 Pedro 1:7; de este último, volvamos a leer:

"Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual, aunque perecedero, es probado por fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesús el Mesías"

La palabra "prueba" y la palabra "probado" en este pasaje, en griego no son peirazo que vimos en Santiago 1:13-15, sino que son el griego "dokimion" y "dokimazo" respectivamente. En griego dokimion es prueba, pero por implicancia, una de confiabilidad, de ser digno de confianza. Dokimazo nos habla de la ejecución de prueba, significando poner, someter a prueba, para aprobar, para distinguir, para comprobar.

E interesante también en Apocalipsis 3:10, que la palabra paciencia, en griego es "hupomone", que también significa resistencia. Y en esto último también, un aguante alegre o esperanzado. También significa constancia con paciencia, perseverancia.

Es muy llamativo este aguante alegre, esperanzado. Y creo que es una condición que debemos tener como Hijos de Dios. No somos de piedra, nos dolemos ante situaciones, pero nuestro día a día debe ser alegre, esperanzado, si estamos en sus caminos. Y es que en la emoción contraria como lo es el temor, el Señor no podrá mostrarse de la misma manera, 2 Corintios 3:17:

"Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad."

Estos mismos dokimion y hupomone son los que nos habla Santiago 1:2-3:

"Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os veáis cercados de diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia."

Acá hay 2 pruebas distintas viendo en el idioma original. La del versículo 2 es peirasmo, y la del versículo 3 es dokimion. Por esto más adelante Santiago hace la distinción, cuando el suceso de la prueba peirazo es por el mal, esta no viene de Dios, como hemos visto, no hay mal que no venga sin causa, siendo uno que por sus propias decisiones ha alimentado la concupiscencia y genera los malos escenario de este peirazo. Pero he aquí el proceso que vive nuestra fe en el versículo 3 con este dokimion de Santiago 1:

Las pruebas dokimion de nuestra fe, son pruebas de confiabilidad, de ser digno de confianza. Y estas producen hupomone, producen resistencia, con este aguante alegre, esperanzado, con constancia, paciencia y perseverancia.

No nos dejemos engañar más con las mentiras de las tinieblas, y discernir cada situación, cada escenario.

Pero debemos ser fieles a lo que el Hijo y el Padre nos han dado; fieles no a lo religioso, sino a lo que el Hijo nos habla, y el Padre nos muestra para hacer, cada día para nuestras vidas.

Es fundamental también en Apocalipsis 3:10 ver la diferencia entre lo escrito, las Escrituras, a, la Palabra, el Logos, el Verbo, que es una persona, que es Cristo; Cristo Jesús la Palabra hablada de Dios. Veremos más de esto en la Columna 3.

Puede también que algo malo que estemos viviendo, como una enfermedad, sea un aguijón, como el caso del Apóstol Pablo, que vemos en 2 Corintios 12:5-7:

"Del tal me gloriaré, pero de mí mismo no me gloriaré sino en las debilidades. Aunque si quisiera gloriarme, no sería insensato, pues diría la verdad; pero me abstengo, para que nadie me considere por encima de lo que ve en mí, u oye algo de mí, aun con la grandeza de las revelaciones. Por lo cual, para que no me enaltezca, me fue dado un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, a fin de que no me enaltezca."

Pero como el propio Pablo nos expone, este aguijón siempre, siempre, siempre, Dios revelará el motivo de porqué lo ha enviado a quien le afecte. En este caso, "a fin de que no me enaltezca" nos dice el Apóstol.

Pero he oído a varios decir, "paso por este dificultad", como una enfermedad o problema económico, "pero la Palabra dice bástate mi gracia". Y es cierto, pero en el contexto que lo dice Pablo, es el del aguijón. Ya que justo el "bástate mi gracia", se encuentra en los siguientes versículo a los ya leídos del pasaje anterior del aguijón; veamos entonces 2 Corintios 12:8-9:

"Por esto, tres veces rogué al Señor que se alejara de mí; y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque el poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que resida en mí el poder del Mesías."

Hermanos, no nos olvidemos de ver el contexto de un versículo.

Si pasas por una enfermedad, no lo tomes como prueba de Dios, porque Dios no prueba, no te examina con el mal como hemos visto en Santiago. Y no lo tomes como un aguijón si no ves el diseño de porqué Dios te envió tal cosa como lo hemos visto con Pablo. Así lo malo no te desentiendas de su origen, de discernir su origen y la responsabilidad que tú y tus generaciones (iniquidad) puedan tener, diciendo, "pero si Dios dice bástate mi gracia"; ver además, que el caso de Pablo con el aguijón es el único en las Escrituras, y casos que ha venido a los escogidos algo malo, un mal escenario, no porque Dios así lo quiso, sino por sus decisiones, por su actuar, alejados del Hijo y el Padre, hay por montones.

Dios ha dado todo por levantar al hombre, ha dado la vida de su único Hijo, y ahora podemos ser Hijos de Dios, y Cristo no se avergüenza de llamarnos Hermanos como vemos en el libro Hebreos. Dios no quiere que vivamos una vida miserable. Es uno el que se sale de su mano, del camino, que deja de oír al Hijo, que deja de ver al Padre, y hace cualquier cosa. Dios no quiere que vivamos a medias, en todo sentido. Si estamos en su camino, haciendo su obra y no otra cosa, el diseño es que todo en nuestras vidas sobreabunde, 2 Corintios 9:8:

"Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que teniendo en todo tiempo siempre todo lo necesario en todo, abundéis para toda obra buena."

Y veamos en los versículos siguientes, también dar de lo recibido.

No olvidemos que la obra de Cristo, no es encerrarse en cuatro paredes como Iglesia, como congregaciones, olvidarse de lo que sucede en la ciudad, en la nación. Así mismo nuestras oraciones. Interceder no debe ser solo por uno, la familia, y la Iglesia. Debemos también orar en unanimidad por los gobernantes, ser de bendición a las naciones; pasajes donde vemos este principio:

Mateo 12:25:

"Sabiendo sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no quedará en pie."

La Iglesia no puede dividirse por partidos políticos. No dejarse engañar por los sistemas de este mundo. La derecha tiene principios de un cristiano, como ser pro vida por el aborto, la unión conyugal solo entre hombre y mujer, entre otros. Pero así la izquierda, como estar con los pobres, y por la equidad y justicia social, entre otros. No dejarse llevar por las corrientes de este mundo.

Génesis 12:2:

"Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición."

Génesis 22:18:

"Y en tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto has obedecido a mi voz."

Debemos siempre ver que este ha sido uno de los principales llamados, ser de bendición al resto del mundo, no encerrarnos en nosotros mismos, entre cuatro paredes.

Tito 3:1:

"Recuérdales que se sometan a los gobernantes, que obedezcan a las autoridades, que estén dispuestos para toda obra buena."

Palabra clave, para toda buena obra. Si en tu nación hay un tirano, y te pide que informes a los opositores, y sabes que estos no tendrán un juicio justo y los matarán, tú no debes obedecer, no es para buena obra el resultado que traerá. En cuanto a los impuestos, Jesús lo deja claro en Mateo 22:17-21. Así también, no pagar las imposiciones a los trabajadores, y otras figuras legales de apropiación indebida, es robar. Es decir, las Escrituras dicen que somos herederos con Cristo, pero no por eso hoy en día me voy a tomar un terreno, una casa, y justificarme "porque soy Hijo de Dios heredero de todo, es legal en los cielos y en la tierra lo que hago", por ejemplo. Seamos mansos pero no mensos.

1 Timoteo 2:1-3:

"Exhorto pues, ante todo, que sean hechas peticiones, oraciones, súplicas, acciones de gracias, por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en eminencia, a fin de que podamos vivir quieta y sosegadamente, con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y aceptable delante de Dios nuestro Salvador."

Este versículo es clave, ya que nos habla a lo que nos habilita, "a fin de que podamos vivir quieta y sosegadamente, con toda piedad y dignidad". Hay una responsabilidad. En el antiguo testamento, las Escrituras dicen que Dios quita reyes y pone reyes, pero no quita la responsabilidad de intercesores para que haya paz en la ciudad, como vemos aún en el antiguo testamento con Jeremías 29:7, y más aún ahora como parte del Cuerpo de Cristo, la responsabilidad que tenemos, ya que como dice en Hebreos, Cristo está a la diestra del Padre, esperando a que todos sus enemigos sean puesto por estrado de sus pies, Hebreos 2:8:

"Todo lo sometiste bajo sus pies. Porque al someter todas las cosas, nada dejó que no esté sometido a Él. Ahora sin embargo, no vemos todavía todas las cosas sometidas a Él."

La importancia del Cuerpo de Cristo en la Corte del Padre a la que somos llamados a operar hoy en la tierra, para poner a todos sus enemigos por estrado de sus pies, lo veo en profundidad en mi libro "Reyes con amnesia", en la Habitación 4 sobre cómo movernos en la Corte Celestial del Padre; libro que puedes descargar gratuitamente en SeDespiertan.com.

Agregando a 1 Timoteo 2:1-3, vemos también en Mateo 5:14, que somos la luz de las ciudades, de las naciones:

"Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida."

Es importante también, cuando la escritura dice, "El es el Rey de reyes". No significa que los reyes de este mundo estén en la voluntad de su Reino Celestial. Es la misma expresión, "Él Dios de dioses", no es que nuestro Padre tenga un "panteón de dioses". Lo que se habla aquí es que Cristo Jesús y el Padre, están sobre todos los otros que se hace llamar dioses, que he aquí el Dios auténtico. Así mismo con la primera expresión, Cristo es "El Rey de reyes", que Él es el auténtico Rey de todo lo creado. Así también por otro lado somos reyes y sacerdotes como dice la escritura, pero reyes al ser uno con el Hijo y el Padre. Compartimos el título. Somos Hijos de Dios, sentados con Él como dice Efesios 2:6:

"Y juntamente con Jesús el Mesías nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos."

¡Cuán grande es este versículo, y no solo la autoridad, todo lo que nos ha dado, sino también la responsabilidad de esto!

Dios pide cuenta de lo que da, como vemos en la parábola de los talentos. Y es que también la obra de Dios no es una que nos agote cada día. Estamos sentados en los cielos, estamos con Cristo, siendo uno con el Padre y el Hijo como vemos en Juan 17:21. Seamos perfeccionados al mantener la disciplina que hemos visto en la Columna 1, para seguir creciendo. Por ejemplo, las reuniones de congregación deben ser para salir con energías, y no agotado. Obrar en el Reino de Dios no agota, no es con la maldición del sudor de la frente, eso del viejo Adán, Génesis 3:19:

"Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que retornes a la tierra, Porque de ella fuiste tomado, Pues polvo eres y al polvo volverás."

Estamos hoy sentados en los cielos con Él, posicionados en Él, Cristo, el postrer Adán, 1 Corintios 15:45:

"El primer hombre, Adam, fue hecho un ser viviente; el postrer Adam, un espíritu vivificante."

Literalmente, viéndolo a rostro descubierto, como vimos en 2 Corintios 3:18, volvamoslo a leer:

"Pero nosotros todos, con rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, vamos siendo transformados por el Espíritu, de gloria en gloria, en la misma imagen del Señor."

Pidamos al Padre que nos muestre si aún queda polvo en nosotros, y como vimos en 1 Juan 1:7, debemos estar en su luz para ser limpiados de nuestros pecados.

Sigamos viendo, principios de la obra de Dios que debemos hacer que es para toda su Iglesia:

Jeremías 29:7 que mencioné anteriormente:

"Procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a YHVH, porque en la paz de ella tendréis vosotros paz."

Veamos el contexto, siendo en el antiguo testamento, y aún en el tiempo del exilio, en Babilonia, con lo que significa espiritualmente todo ello, el llamado de Dios es orar por la paz del lugar, no desentenderse del territorio, no encerrarse en una burbuja.

"Procurad" en este versículo, es el mismo "darash", que vemos en 1 Crónicas 16:11 con el verbo buscar; lean este versículo nuevamente. Recordemos, qué es darash, que significa buscar, preguntar, indagar, inquirir, escudriñar, perseguir, procurar, y en un sentido de adoración. Y es que darash en el antiguo testamento está en todo lo relacionado en todo lo que es para el Señor, por ello el sentido de adoración en su significado, y aquí en la importancia con este darash por la intercesión que debemos tener sobre un territorio.

Ezequiel 22:30:

"Busqué entre ellos un hombre que levantara un vallado y que se pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que Yo no la destruyera, pero no lo hallé."

El contexto de este versículo es la caída de Israel, muerto espiritualmente. Donde ya no podían gobernar territorialmente en la luz el Señor. Todo el capítulo 22 de Ezequiel nos habla de esto. Pero destaco aquí este principio, la importancia de ser brecha en un territorio.

Y para volver a destacar, que se malinterpreta, Tito 3:1, por la sujeción a gobernantes que es solo para toda buena obra, nos queda mucho más claro este principio con Hechos 5:29:

"Respondiendo Pedro y los Apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres."

Y es que estos dos versículos anteriores, deben verse como un mismo principio de cómo proceder por el tema de las autoridades, cuando leemos Romanos 13:1:

"Sométase toda alma a las autoridades gobernantes, porque no hay autoridad sino de Dios; y las que existen, por Dios son instituidas."

Pero también nos habla este versículos, que por Dios son instituidas. Entonces, dictaduras sangrientas, desde la derecha a la izquierda política, en distintos países, ¿vinieron de Dios?. Y es que, el escenario de la buena relación con las autoridades, es cuando la Iglesia obra lo bueno, como vemos en versículos 3 y 4 siguientes de Romanos 13:

"Porque los gobernantes no son de temer para el que obra el bien, sino para el que obra el mal. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás aprobación de ello, porque es un servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme, porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigo al que practica lo malo."

Entonces, Hitler hice todo lo que hizo con los judíos y otros grupos de manera racista y genocida, no porque Dios lo quizo, sino que fue el resultado del actuar de la Iglesia. Y es que la Iglesia Alemana, en su gran mayoría apoyó la idea del pueblo judío como enemigo, por ideas como "mataron a Jesús", o llevar orgullosamente el símbolo de la cruz en la ropa para diferenciarse de los judíos que serían luego llevados a campos de concentración, y recién a fines de la década del ´30, por el año 1938, se levantaron las primeras voces de grandes líderes cristianos contra el regimen nazi, pero ya era muy tarde, por año la Iglesia no había hecho nada por toda la maquinaria asesina que se estaba levantando, y guardó silencio. Y la consecuencia de hacer lo malo, es lo que vivió la nación. Siendo la nación alemana de la época mayoría protestante, cristianos, teniendo luz, llegaron a hacer cosas igual o peores que los que no tienen luz. Y es que quebraron el principio de Hechos 5:29, obedeciendo al hombre antes que a Dios, porque Dios nunca nos dará para hacer una obra mala.

Así también por quien se vota, que hasta incluso al político por compartir algunos valores morales cristianos se le unge como "profeta" de Dios, como "ungido" de Dios, como en Venezuela con Chavez que buena parte de la Iglesia lo hizo así con él; hicieron lo malo como Iglesia ante la nación, y sobre todo ante Dios, y luego eso trae consecuencia con el gobernante de turno, o uno peor que pueda venir después como parte de la consecuencia.

Por eso Romanos 13, el límite, si haces lo bueno, no temas a castigo. Y el hacer lo bueno no en cuanto a cómo el mundo lo ve, sino como Dios aprueba qué es lo bueno para que hagamos. Así también el otro límite de Tito 3:1, toda la obediencia hacia los gobernantes, pero para toda buena obra, y esto incluye no ser "cómplices pasivos" como el caso de la alemania nazi; si el Apóstol Pablo nos dice en 1 Corintios 6:1-3 que juzgaremos hasta a los ángeles, ¡cómo la Iglesia se va a quedar en silencio y de brazos cruzados ante la injusticia y la masacre de inocentes en medio de la misma nación en que habita!

Como vimos también, no a la "anarquía Cristiana", el hago lo que quiero porque soy Hijo de Dios, coheredero con Cristo de todo, por ello que me tomo un terreno o casa, o no pago impuestos cuando esto último Jesús ya instruyó cómo proceder en Mateo 22:17-21, y se ve en el mismo Romanos 13, versículos 6 al 8, donde también se habla de la deuda y otros principios:

"Y también por esto pagáis impuestos: porque son servidores de Dios que se dedican a esto mismo. Pagad a todos las deudas: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros, porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. "

Importante también versículo 9 siguiente, todo se resume en amar al prójimo como uno mismo. Pero no confundir el amor como el mundo lo ve, sino con la justicia de Dios, que la moral del mundo caído está torcida y con mucha iniquidad.

En la importancia por el territorio, está también por las catástrofes naturales, nuestra obra por la creación, no quedarnos de brazos cruzados, como vemos en Romanos 8:19-21, pero de ello ya profundizaremos en la Columna 8; cada tema a su tiempo y lugar.

Otros principios importantes para caminar día a día como Hijos de Dios, es lo que ocurre ante una enfermedad, ya viendo la excepción cuando es un aguijón que vimos anteriormente, leamos nuevamente Proverbios 26:2:

"Cual gorrión que aletea y golondrina que vuela, Así la maldición sin causa no se cumple."

Causa y efecto. Hay una responsabilidad en nosotros. Y desde el primer pacto, nos lo habla el Señor, como vemos en Deuteronomio 7, versículos 12, y 15 con temas como la enfermedad:

" Porque sucederá que por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, también YHVH tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres."

"YHVH desviará de ti toda enfermedad; jamás te enviará aquellas epidemias malignas como las de Egipto, que tú conoces, sino que las cargará sobre los que te aborrecen."

Principios:

  • Oír a Dios.
  • Guardar lo recibido.
  • Ponerlo por obra.

Lo que nos habilita:

  • Dios cumplirá su pacto y misericordia.
  • En el caso del versículo 15, no tendremos enfermedades, y las epidemias malignas serán para los enemigos.

Claro que leyendo las Escrituras el Señor nos habla, como también lo hace por medio de nuestros líderes, el presbiterio. Pero también el Espíritu nos quiere hablar día a día, sobre todo en las decisiones personales que tomamos, y en lo que no debemos hacer, apartarnos, como aún en lo que debemos restituir y tanto más, según lo que esté viviendo cada uno en Cristo.

Así mismo, Deuteronomio 28 leamoslo completo, la bendición, entre ellas por la buena salud y que nuestros enemigos sean derrotados y huyan, que viene por oír atentamente su voz para obedecer, y guardar todos sus mandamientos que nos habla al comienzo del capítulo. Pero así también, Deuteronomio 28 nos habla de lo malo que nos ocurre por no oír atentamente su voz y estar en rebeldía.

Obedecer a Dios no es algo religioso, es oír su voz. Por esto Jesús nos da ejemplo en Juan 5:19-30:

"Jesús pues declarando, les decía: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque lo que Él hace, esto también hace igualmente el Hijo"

"No puedo Yo hacer nada de mí mismo. Según oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió."

Y sabemos como nos dice Cristo, Él viene a mostrar al Padre. Y lo oímos, si somos sus ovejas, para no apartarnos de Él, Juan 10:27-28:

"Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me siguen, y Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano."

Debemos ser uno en Cristo, estar en Él, y también lo seremos en el Padre, para poder ver al Padre.

Muchos dicen, "yo estoy en Cristo, en su mano", pero vemos en este pasaje la condición. Primero es oír su voz, Cristo nos conoce, Dios habla hoy, no ha dejado de hablar, y luego nuestra segunda responsabilidad, que es seguirlo a Él, viene con acción tras oírlo; y luego la bendición, la vida eterna, no perecer, y nadie nos saca de su mano; no cambiemos el orden y/o omitamos los pasos, que Juan 10:27-28 es un principio para ser Hijo de Dios.

Por ello entendemos Juan 3:36 con mayor profundidad:

"El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo, no verá vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él."

Vean que no es un tema solo de creer; involucra acción, responsabilidad de uno, que vemos aquí en el obedecer. Y leer en este mismo capítulo desde el versículo 31 muy bueno también.

Entonces, obedecerlo, no es religiosamente, es oír su voz, y siendo sus ovejas, seguirlo, y viviendo esto nos da la vida eterna, no perecemos y nadie nos arrebata de su mano.

Es tan grande lo que nos da, que incluso se nos revela que si permanecemos en Cristo no vamos a juicio, como nos habla Juan 5:24:

"De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no va a juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida."

¡Cuán grande es esto! En Dios, permaneciendo con fidelidad en lo que escuchamos del Hijo para obedecer, y vemos del Padre para poner en obra, el juicio ya ha pasado de nosotros. Importante acá también en el pasaje anterior, "palabra" en "oye mi palabra", no es de "palabra escrita", en el pasaje se está utilizando "palabra" con el griego "logos", que es El Verbo, Jesús mismo; acá nos habla de oírlo a Él.

Por esto en Apocalipsis 20:12 nos dice:

"Y vi a los muertos, grandes y pequeños, en pie delante del trono, y unos rollos fueron abiertos, y también fue abierto otro rollo, el cual es de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que habían sido escritas en los rollos, según sus obras."

Los muertos son juzgados por estar en los otros rollos. Mientras que los que están en el rollo de la vida, el de Cristo, no tenemos juicio.

Pero recordemos las condiciones, oír su voz y seguirlo. Y seguirlo es ver al Padre, y vemos lo que el Padre nos muestra hacer. Este es el orden. No dicen estos versículo "ora para permanecer en mí", y menos por un familiar interceder de esa manera, en sentido "intercedo para que Juanito sea en este momento colocado en la mano del Señor". No seamos inoportunos, irrespetuosos orando de esta manera.

Pero es duro un familiar alejado. Pero primero estemos nosotros a flote, permaneciendo, siendo fieles, en las manos de Cristo, ya que si no estoy en Él, no he sido obediente, tratar de sacar a flote a la familia, probable se hunda todo el hogar. De esto nos habla Jesús en Lucas 11:24-26. Y vemos mayor luz tras la resurrección de Cristo en este asunto con Pedro en 2 Pedro 2:20-22:

"Porque si tratando de escapar de las contaminaciones del mundo por medio del conocimiento del Señor y Salvador, Jesús el Mesías, y enredándose otra vez en ellas, son vencidos, su postrer estado viene a serles peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de justicia, que después de conocerlo volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo de aquel refrán tan verdadero: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada volvió a revolcarse en el cieno."

Si no bien administramos lo que se ha limpiado, ejemplo me ministran en la congregación, la condición postrer es peor, el bicho malo vuelve con otros 7 peores que él; porque en desobediencia nada de Dios lo sabré administrar.

No seamos religiosos en hacer las cosas. Y es que, es muy buena la oración, el ayuno, la adoración, ir cada semana a la congregación, pero si estamos haciendo cualquier otra cosa en nuestras vidas, si dejamos de hacer lo que nos dijo, o peor lo olvidamos, y así cualquier obra que nos ha hablado y mostrado, solo daremos lástima en los cielos.

Es tiempo de volver a Él. Ten un tiempo en silencio, para oír la voz del Hijo, y ver al Padre. Si no puedes solo, ir con el Presbiterio; recordemos la importancia del Presbiterio para la edificación de la Iglesia como vimos en la Columna 1.

Entonces no se trata de seguir instrucciones, es un tema de relación con el Padre y sus Hijos. Las bendiciones, el tener toda bendición, sobreabundar en todo, no es por hacer cualquier cosa, es por oír su voz, por ver lo que el Padre muestra hacer, y esta es la buena obra para que sobreabunde en todo que vemos en 2 Corintios 9:8 que vimos; volvamoslo a leer:

"Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que teniendo en todo tiempo siempre todo lo necesario en todo, abundéis para toda obra buena."

Este es el estado de salud normal, tanto a nivel biológico de salud, de provisión material, de salud mental y de toda el alma, de unión familiar, y de todo en nuestra vida que sobreabunde, sobreabunde en todo, pero con un propósito que es todo ello, para toda buena obra, la obra del Padre, no para hacer lo que se me ocurra o "pienso" es lo mejor.

Éxodo 23, versículos 21 y 25:

"Guárdate en su presencia y obedece su voz. No te rebeles en su contra, pues no cargará con vuestra transgresión, porque mi Nombre está en sus entrañas."

"Serviréis a YHVH vuestro Dios, y Él bendecirá tu pan y tu agua, y apartaré la enfermedad de en medio de ti."

Estos versículos son fuertes. Obedecer su voz, o podemos entrar en rebelión cuando se permanece en el tiempo el no obedecer, y Cristo ya no carga nuestra transgresión. Aquí en hebreo "transgresión" es "pesha", que también significa pecado. Llegar a este estado, en la desobediencia, en la rebelión, ya su cruz, su sangre, no nos cubre de todo pecado.

Y vemos luego en versículo 25 si hacemos lo que debemos hacer al oír su voz, y la misma bendición que nos habla Deuteronomio 28 que viene sobre nuestras vidas.

Tan importante es esto, la bendición viene sobre nosotros. Pero muchas veces oramos para "bajar bendición", y esta nunca, nunca ocurrirá, si no vivimos estos principios que hemos visto.

Pero no somos perfectos, nos cuesta, y es bueno apoyarnos unos a otros. Podemos por ejemplo caer enfermos, y vemos la importancia de actuar como Cuerpo de Cristo en medio de la enfermedad en Santiago 5:14-16:

"¿Está alguno enfermo entre vosotros? Haga llamar a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos pues los pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La petición eficaz del justo puede mucho."

Pero también venga en ello la revelación de la causa por parte de los ancianos que oren. Porque como ya vimos en Proverbios 26:2, no hay mal que no venga sin causa. Por ello Santiago nos habla luego de la oración de sanación, el confesar los pecados en medio de la sanación. Pero complejo es si la enfermedad no vino por un pecado del momento, sino por desobediencia, rebelión que se ha mantenido en el tiempo, o algo más profundo generacionalmente, una iniquidad; pero tenemos la guía del Espíritu Santo, no olvidar los principios de la Columna 1.

Y en este versículo 16 de Santiago 5, la palabra "justo" en griego es "dakaios", que también significa santo e inocente. Unamos lo anterior con lo ya visto de, oír su voz, seguirlo, estar en su mano, estar en Su vida eterna. Este mismo justo, dakaios, al que declara justo Dios, es el que es de la Fe de Jesús, como vemos en Romanos 3:26:

"Con el propósito de demostrar su justicia en el tiempo presente, a fin de que Él siga siendo justo también cuando declara justo al que es de la fe de Jesús."

Justicia y justo en el versículo anterior, vienen del mismo "dakaios". Parafraseando el final del versículo:

"Dios siendo santo también declara santo e inocente al que tiene la Fe de Jesús."

Sí, la Fe de Jesús, no creer EN Jesús, sino tener la Fe De Jesús, ser DE su Fe. Y es el mismo principio, para vivir esto, estar en sus caminos, oír su voz y seguirlo, estar en su mano y vida eterna, y estando en su luz, que somos limpios, que vimos en 1 Juan 1:7. Entonces, la oración del justo que puede mucho de Santiago 5:16, nos habla del justo, el santo, el declarado inocente, porque está en la luz en Cristo. Es más allá de creer en Cristo, es nuestra posición permaneciendo cada día en Él.

En cuanto a la vejez, no debe verse que por tener edad, es normal tener enfermedades. Sí es normal con este cuerpo mortal, que nuestra visión no sea la misma que cuando niños, pero aún hay casos de personas mayores de 80 años que corren maratones:

Hay casos en el mundo, como el de Julia Hawkins en Estados Unidos, quien a sus 103 años de edad, en Junio del año 2019, ganó las carreras de los 50 y 100 metros en los National Senior Games, y recién a los 100 años de edad comenzó a correr en competencias tras no poder seguir haciendo bicicleta de montaña. O también el caso de Harriette Thompson, quien en Junio de 2015, a sus 92 años, y tras el fallecimiento de su esposo meses antes en Enero, terminó la maratón de San Diego en 7 horas y 24 minutos, y que a sus 76 años comenzó a realizar este tipo de actividad con las maratones de 42 kilómetros.

La vejez debe ser una honra, como vemos en Proverbios 16:31:

"Corona de honra es la cabeza cana, Cuando está en el camino de justicia."

Importante acá, porque hay condición; cuando se está en el camino de justicia.

En este versículo, cabeza cana también significa vejez en el hebreo. La palabra honra también puede traducirse como gloria, la cual viene del hebreo es "tipharah" y significa bella, brillo, gloria, glorioso, hermoso, hermosura, honra, ornamento.

El Señor quiere para nosotros una vejez con este nivel, una bella, de brillo, gloriosa, hermosa. Pero debemos vivir los principios de su Reino Celestial. Las cosas no se solucionan "mágicamente" si habiendo estado en el Padre y el Hijo, nos hemos separado.

Debemos examinarnos Hermanos. No olvidar que tenemos su misericordia, pero que si bien como vemos en Números 14:18 y Salmo 103:8, Él es grande en misericordia, también está su ira, la cuál es lenta, pero si nos mantenemos en desobediencia, esta sí o sí llegará, y ya su misericordia se apartará.

Examinemonos con los principios del Padre vistos en estas primeras 2 Columnas.

Pero también entendamos lo que es su misericordia para los Hijos de Dios:

Salmo 100:4, que ya leímos, y ahora sumándole el versículo 5:

"Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza, Dadle gracias, bendecid su Nombre, Porque YHVH es bueno; Para siempre es su misericordia, Y su fidelidad de generación en generación."

Y Salmo 136:1-2:

"Alabad a YHVH porque Él es bueno, Porque para siempre es su misericordia. Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia."

Muchas veces llegamos con muchos problemas a las reuniones, y lo primero que sale de nuestra boca suelen ser problemas, como si Dios no los supiera y no estuviera dispuesto a ir en nuestro auxilio.

Y es que la misericordia del Señor siempre está, para siempre es como hemos leído, y suena feo que uno en la posición en que está, y sobre todo como Hijo de Dios, se lo vaya a recordar al Padre como si se le pudiera olvidar; y es que leyendo este último pasaje, es como si tratáramos esta promesa de Dios como mentira para volverla a pedir una y otra vez.

Literalmente estos pasajes nos dicen, que para siempre es su misericordia.Y aún más, veo que parte de la naturaleza del Padre y el Hijo es la misericordia. Salmo 136, en el capítulo completo, cada versículo nos habla que para siempre es su misericordia, un total de 26 veces.

"Para siempre" que vemos en estos dos pasajes anteriores, en hebreo es "olam", que también significa, eternamente, continuo, largo, eterno, perdurable, perseverar, permanecer, perpetuamente.

Veamos el peso, que su misericordia es para todos. Tan grande es su misericordia perpetua, que permanece, que es eterna, que ha dado la vida de su Hijo, el primogénito de toda creación, por todos los hombres. Tampoco caer en el otro extremo que Dios siempre perdona, que vivo en la gracia, y tanta banalidad que se hace con la misericordia. Porque como vimos, su misericordia si bien es lenta, esta llega al que permanece en desobediencia.

Nos vemos ridículos y hasta damos lástima en los Cielos, cuando estamos en rebeldía, cuando no hemos hecho lo que el Señor nos ha hablado, y hasta seguimos haciendo lo incorrecto buscando justificarnos. Y lo hablado de Dios ya sea directamente por:

  • Su voz audible.
  • Nos ha mostrado en una visión, sea esta consciente o en algún sueño.
  • Por medio de las Escrituras.
  • Revelación en medio de la alabanza y adoración a Él
  • Hablado por medio de un Hermano, como en una prédica.
  • Hablado directamente por medio del liderazgo, del presbiterio de la Iglesia. Entre otras formas que el Señor nos habla y recibimos revelación.

Estamos afligidos por nosotros o nuestras familias, y le vamos a pedir misericordia a Dios, pero estamos en rebeldía. Recordemos también lo visto en el tema de la disciplina en la Columna 1, el que se queda sin ella es bastardo. Y con este principio, veamos ahora Apocalipsis 3:19-20:

"Yo reprendo y disciplino a todos los que amo, sé pues fervoroso, y arrepiéntete. ¡He aquí Yo estoy a la puerta dando aldabonazos! Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo."

Si bien se dirige a la Iglesia de Laodicea, recordemos que la carta a las siete Iglesias está dirigida a todas las Iglesias, por eso al terminar de hablar a cada una de las siete Iglesias el Señor dice "El que tiene oído, oiga qué dice el Espíritu a las iglesias."; es para todo Hijo de Dios el mensaje, y el aprendizaje de la situación de cada una de las siete Iglesias.

Lo que vemos acá, es el escenario de un creyente que está fuera del Padre, que ha dejado afuera de su vida a Cristo al salirse del camino del Padre. Pero Dios es fiel y verdadero y nos busca, golpea la puerta como vemos en el pasaje anterior en el versículo 20, para que vivamos el versículo 19 arrepintiéndonos, y vuelva a entrar nuestro Señor.

Pero con lo anterior, es uno quien abre la puerta. Nadie lo puede hacer por otro. Y así es de uno haberse salido del camino, de la mano de Cristo, estar fuera del Padre, para que el Señor tenga que ir a golpearnos la puerta.

Y no olvidar como vemos en cada una de las exhortaciones a las siete Iglesias en Apocalipsis, el Señor advierte de la situación en qué se está, pero se llega a un punto de no retorno, donde solo queda el comer el fruto de la rebeldía que hemos cosechado, y que puede llegar a la muerte de uno y nuestras generaciones; en este caso del pasaje anterior es el de Laodicea, que es por ser tibios, y que Dios les advierte que mejor fueran fríos que tibios y no calientes; y también el Señor les dice si no cambian, "estoy por vomitarte de mi boca".

Dios es misericordioso, pero no olvidemos que su ira también llegará al que permanece en desobediencia.

Muchos quieren solo ver la misericordia, que "estamos en el tiempo de la gracia", pero veamos todos los principios ya vistos, vivamos como mansos pero no mensos. Tenga cada uno un tiempo de escuchar al Señor. Tenga también antes un tiempo de alabanza, de adorarlo.

Recordemos también, sus principios son profundos, fuertes, pero siempre en Él tendremos el diseño para salir de una situación. Y todo será más ligero, su carga es ligera, pero si estamos en su luz, habitamos en Él, en el Hijo y el Padre, y Dios habitando en nosotros.