¿Activo o pasivo? El mover de Cristo y la Iglesia

Como vimos en la Columna 1, gran parte de la Iglesia sigue solo en el alimento de la leche, y no ha madurado en el alimento sólido. Y de ello vimos en el libro de Hebreos, que son "retados", porque teniendo que ser ya maduros, tienen aún la necesidad de la leche, y no les puede decir todas las cosas que tenía para decirles.

Pero más allá de volver a tocar ese tema, vemos cómo tras ver la condición de aún estar en la leche, no maduros, en el libro de Hebreos se abre una tremenda revelación, aún siendo esta leche y no alimento sólido.

Vemos en una de las enseñanzas, de las imparticiones, cómo el autor de Hebreos les habla de la realidad de la gran nube de testigos en medio nuestro, Hebreos 12:1, y más adelante, nos diferencia, que ya no estamos en el antiguo pacto, en el monte del Sinaí, donde todos temblaban, como a causa de la condición de su pecado todo el pueblo temía acercarse a Dios, no podían ser nueva criatura, uno en Cristo y el Padre. Y vemos luego que el libro de Hebreos nos posiciona en el lugar que estamos; Hebreos 12:22-24:

"Sino que os habéis acercado al monte Sión, y a la ciudad del Dios vivo: a Jerusalem la celestial, y a las miríadas de ángeles, a la iglesia de los primogénitos inscritos en los cielos, a Dios, Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos perfectos, y a Jesús, mediador del nuevo pacto, y a la sangre de rociamiento que habla mejor que la de Abel."

No dice como, "y tienen que acercarse, tras ser bautizados, tras recibir a Cristo, deben pedir entrar a...", o que, "deben madurar, y así podrán tener acceso, acercarse a..." Dice que ya "os habéis acercado", en el tiempo verbal pasado, que ya estamos todos en la Jerusalén Celestial, en el monte Sión. Y esto se lo dice a quienes aún no están maduros, quienes siguen en la leche. Esto me hace ver que todos los convertidos en Cristo estamos en este lugar, seamos conscientes de ello o no. Porque también vemos en Efesios 2:6 que ya estamos sentado en lugares celestiales:

"Y juntamente con Jesús el Mesías nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos." No estamos sentados en una nube flotando en el cielo como se ve en la TV y en el cine muchas veces al graficar dónde está Dios y Jesús. Aquí el libro de Hebreos nos da mayor revelación de qué es este lugar en el que estamos sentados todos los convertidos en Cristo, todos los Hijos de Dios.

Ya es el nuevo pacto el tiempo de Sión, todos en Cristo. Pero a causa de su inmadurez aún, no son conscientes siquiera del lugar que habitamos como Iglesia, como Cuerpo de Cristo en lo celestial. Como también conscientes de todos los que nos encontramos en la Ciudad de Dios en Sión.

Debemos ver en el antiguo pacto, qué es Sión, su papel, su rol en los tiempos postreros, tiempos que son hoy; porque muchas de las profecías están en tiempo verbal futuro, pero Cristo cumplió las profecías del antiguo pacto que hablaban de Él, y muchas de ellas ya son una realidad para elpueblo de Dios hoy. Veamos en relación a Sión, Isaías 60:1-3:

"¡Levántate y resplandece, que llega tu luz! ¡La gloria de YHVH amanece sobre ti! He aquí, las tinieblas cubren la tierra; Densa oscuridad a los pueblos, Pero YHVH se levanta sobre ti, Y en ti será vista su gloria; Los gentiles acudirán a tu luz, Y los reyes a tu naciente resplandor.

Todo este capítulo habla de la gloria de Sión.

Isaías 60:7-8:

"Serán reunidos para ti todos los rebaños de Cedar; Los carneros de Nebaiot estarán a tu servicio; Serán ofrenda agradable sobre mi altar, Y glorificaré la Casa de mi majestad. ¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, Y como palomas a su palomar?"

Se describe la obra de Cristo, nos reune en un solo pueblo, y la descripción de la Iglesia, de los que hemos nacido nuevamente en Cristo, que vemos en Juan 3:8:

"El espíritu sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va, así es todo el que ha nacido del Espíritu."

Y en Isaías 60:21-22 vemos el final de la obra de Cristo y la Iglesia:

"Tu sol no se pondrá jamás, ni menguará tu luna, Porque YHVH te será por luz perpetua, Y los días de tu luto habrán terminado. Y tu pueblo, todos ellos justos, Heredarán para siempre la tierra; Renuevos de mi plantío, obra de mi mano, Para manifestar mi gloria. El más pequeño crecerá hasta mil, Y el menor será pueblo numeroso. Yo, YHVH, me apresuraré a hacer esto a su tiempo."

El pasaje anterior nos describe el nuevo cielo y nueva tierra, y todo lo que vemos a continuación desde Apocalipsis 21. He aquí se describe el término del ministerio de la reconciliación de todas las cosas que nos ha confiado el Señor, la obra que tenemos como Iglesia que vimos en parte en la Columna 4, y veremos en mayor profundidad en la Columna 9.

Así también el papel importante de ser luz en Cristo, para liberar la creación que está en la esclavitud de corrupción, que veremos más adelante,

La Iglesia debe de tomar una posición activa. Y no por sus propias fuerzas. Siendo unos con el Padre y el Hijo, como vemos este precioso diseño por primera vez en medio de la conversación de Cristo y el Padre que es todo Juan capítulo 17.

Somos activos, siendo energizados por Dios para cumplir nuestra obra aquí en la tierra. Veamos un versículo muy conocido, Filipenses 2:13:

"Porque Dios es el que activa en vosotros tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad."

Otras versiones más conocidas, como la Reina Valera 1960 que se cita mucho:

"Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad"

El primer verbo en este pasaje, no es "produce" o "activa", como se traduce muchas veces en este pasaje, que se entiende como que Dios coloca el querer como el hacer. Sobre todo al utilizar un verbo como el "produce", que se entiende como, "Señor estoy haciendo lo malo, produce en mí hacer lo bueno", que he llegado a escuchar. Pero si vamos al idioma original, el significado es muy distinto.

Y es que en este pasaje, en el griego este primer verbo es "energeo", que significa energizar; Dios no controla, no manipula mi corazón por lo que quiero hacer.

Filipenses 2:13 termina con "por su buena voluntad.", con "buena voluntad" siendo el griego "eudokia", que está compuesto por "eu", que es bueno, y por "dokeo", que significa pensar, creer, parecer. Y el "por su" es el griego "huper", que es un conector de causalidad.

¿Puede Dios obrar en lo que no está alineado a Él, obrar en lo que no está alineado a la Justicia de su trono?

Recordemos lo que es pecado, errar en el blanco que significa literalmente. No hacer la voluntad del Padre es pecar. Vemos cómo David ora a Dios por esto, no con que cambiara su corazón en el sentido de, "Dios toma el control de mi vida", sino de pedir su guía; Salmo 143:10:

"Enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi Dios, Tu buen Espíritu me guíe por tierra llana."

El Señor tras la cruz va donde el Padre y nos deja su Espíritu Santo, no para que tome el control de nuestras vidas, el control de mis decisiones, sino para nuestra guía; Juan 16:13:

"Pero cuando venga Aquél, el Espíritu de la Verdad, os guiará en toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará cuanto oirá, y os anunciará las cosas que han de venir."

Y sí, somos nueva criatura, y Dios nos da la mente de Cristo, y un nuevo corazón. Pero como vemos con Pablo en sus epístolas, tras nacer de nuevo, uno decide si opera dentro o fuera de Cristo, si seguimos con el viejo Adán o nos vestimos con el postrer Adán, como vimos en la Columna 7 para que no sigamos operando en el polvo. Es de uno en qué reino operar, si en el Reino de Dios, o en el del mundo; 1 Juan 2:15:

"No améis al mundo ni las cosas que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él."

Entregar, hacer morir en la cruz de Cristo las áreas que aún estén en oscuridad en uno, en pecado, es una decisión personal de cada uno. Dios no te obliga poniéndote la espada al cuello. Y Dios no controla, no manipula. Es solo ver la carta a las siete Iglesias en Apocalipsis, y ver en cada una de ellas, en que, pese a ser salvos y siendo Iglesia, habían caído en distintos pecados y hasta abominaciones; y en cada una de ellas vemos del Señor, tanto la consecuencia de mantenerse en hacer lo que el Padre no les mostró hacer, como lo que significa volver al camino en luz de Cristo, que trae también recompensa con los 7 "al que venciere le daré."

Es entonces que Dios nos da la energía, ese energiza que requerimos para realizar la obra que nos tenga por delante, si el querer como el hacer que exista previamente en nosotros está alineado a Él, si estamos en su camino, 1 Juan 1:7 como hemos leído en la Columna 2, con todos los principios de hacer la obra que el Padre nos muestra hacer.

Para todo Hijo de Dios como posición activa es estar en los asuntos del Padre, Lucas 2:49:

"Les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es necesario que esté en las cosas de mi Padre?"

¿Te consideras solo un creyente, o un Hijo de Dios? Jesús nos dejó su ejemplo; Juan 13:15, 1 Pedro 2:21, y 1 Corintios 11:1:

"Porque ejemplo os di, para que como Yo os hice, así también hagáis vosotros."

"Porque para esto fuisteis llamados, pues también el Mesías padeció por vosotros, dejándoos ejemplo, para que sigáis sus pisadas."

"Sed imitadores de mí, así como yo del Mesías."

Porque Cristo no se avergüenza de llamarnos Hermanos, y somos uno con el Hijo y el Padre, Hebreos 2:11:

"Porque el que santifica y los que son santificados, son todos de Uno, por esta razón no se avergüenza de llamarlos hermanos"

Es entonces, en sus diseños, su camino, no importa el tamaño de la obra, siempre que hagamos lo que vemos al Padre hacer como Jesús nos da de ejemplo, tendremos ese energeo, para que ese querer como el hacer que hemos desarrollado en nosotros, alineados a Él, tengan todo lo necesario para llegar hasta el cumplimiento de lo que nos ha mandado a obrar en su Reino estando aquí en la tierra.

También es importante de ver, que el diseño del hombre siempre será estar energeo por algo, siempre energizado, por algo. No existe la "posición neutral"; o eres frío o caliente. Y si no se está en Dios, el hombre será energizado por las tinieblas, como vemos en 2 Tesalonicenses 2:7:

"Porque ya está actuando el misterio de la iniquidad. Sólo al presente hay quien lo detiene, hasta que sea quitado de en medio."

Y es que el verbo "actuando" en el tiempo verbal presente en este pasaje, en el griego es el mismo energeo que vemos en Filipenses 2:13. La iniquidad está energeo, está energizando a los hombres fuera del Reino de Dios.

El estar fuera de Cristo, qué mejor descrito, en Efesios 2:1-2:

"En cuanto a vosotros, estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, según el curso de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, del espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia."

Al final del pasaje, "..., del espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia.", el verbo "actúa" en griego también es energeo; las tinieblas energizan al primer adán, no así nosotros vivimos en el postrer Adán.

Por esto vemos que en medio de las generaciones, del tiempo, y de los tiempos postreros que siguen avanzando, se cumple el principio de Apocalipsis 22:11:

"El que es injusto, sea aún más injusto, y el que es inmundo, sea aún más inmundo; el que es justo, sea aún más justo; y el que es santo, sea aún más santo."

Esto sumado al principio de herencia; del pecado e iniquidad hasta la tercera y cuarta generación; y el la de bendición de Dios que es hasta mil generaciones.

El más malo sea más malo, y el bueno sea más bueno, parafraseando el último versículo, no es porque Dios ordene que esto sea así, solo se está describiendo lo que vimos. El hombre es energeo, energizado, por el bien o por el mal. Energeo por la iniquidad de las tinieblas. O el hombre es energeo por el Hijo y el Padre, quienes solo ellos son fuente de vida como vemos en Juan 5:26:

"Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también dio al Hijo tener vida en sí mismo."

Y esa fuente es la vida eterna, conocer al Hijo, quien vino a mostrar al Padre; Juan 17:3:

"Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesús el Mesías, a quien enviaste."

No hay otra fuente. El resto son falsificaciones. La decisión es tuya. Y no puedo forzar a Dios que me dé de su fuente, si estamos alejados de la voz del Hijo y de lo que el Padre me ha mostrado hacer; porque el ladrón dice Jesús es el que no entra por la puerta. Solo Jesús es la puerta de las ovejas, Juan 10:7. Y el principio de escuchar al Señor, mismo capítulo 10 de Juan, versículo 27. Pero no solo eso. Ya la Iglesia debe madurar en diferenciar la voz de Cristo, de la propia voz de uno, y la voz del mundo. Pero también no basta solo escucharla y reconocerla como voz de Cristo, sino seguirlo; he aquí la actitud activa. No dice en Juan 10 que Jesús ata a las ovejas para que no se vayan, o que lanza feroces perros para que no se vayan de su lado.

Veamos las 3 fases, Juan 10:27-28:

"Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me siguen, y Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano."

Primero: Jesús habla a los que conoce.

Segundo: Oír su voz, diferenciándola de cualquier otra voz. Y tras esto, seguirlo; este seguir debe ser inmediatamente, no dice "y después de un tiempo me siguen". Porque la oveja también puede escucharlo, pero quedarse sin moverse y perderse de mucho.

Tercero: Tras vivir lo primero y lo segundo, Cristo nos da vida eterna, no perecemos, y nadie nos saca de su mano.

Pero muchos solo oran por lo tercero, sin vivir lo primero ni lo segundo.

Es el mismo principio de 1 Juan 1:7. Hay cosas que debemos vivir, responsabilidad de uno como Hijo de Dios, en este caso caminar en su luz, que es el mismo principio de oír su voz y seguirlo, no irnos a otro lado. Y nos habla 1 Juan 1:7 que tras esto somos limpios de todo pecado.

Unamos ahora los principios de estos 3 versículos anteriores que hemos visto:

Juan 17:3 Juan 10:27-28 1 Juan 1:7

Es entonces con los pasajes anteriores, que si me he alejado de Cristo, no sigo su voz, podemos ver, que:

  • Yo mismo he desconocido a Cristo, me he ido por otro camino cuando Él me ha hablado.
  • Ya no nos da su vida eterna, porque la vida eterna es en sí mismo conocer al Hijo y al Padre.
  • Ya no permanezco en su mano; Jesús no es mentiroso, el diablo no nos puede sacar de su mano, pero sí uno mismo puede irse al ya no hacer la voluntad que el Padre ha mostrado por medio de su Hijo; porque Dios no controla, no ata a la fuerza a nadie.
  • Ya no soy limpio de todo pecado, y no tengo comunión con el Cuerpo.

Y muchos hermanos viven esta triste realidad.

Sí, es muy bueno congregarse, participar de las reuniones de intercesión, las jornadas de alabanza, los grupos en casa, y mucho más. Pero todo lo anterior, que es precioso y no hay que dejar de hacerlo, se vuelve estéril si no vivo en Cristo los principios que hemos visto.

Y estos principios son de solo 3 versículos. Debemos ir conectando, con la guía del Espíritu, todos los principios que hay en la escritura; de una manera sabia, siendo humildes también.

Veremos más de la importancia de las condiciones para activar las bendiciones, como la armadura de Dios, en la Columna 14. Solo quiero destacar la importancia de la actitud activa como Iglesia que debemos tener, que no es algo que se cumplirá solo orando. La Fe en Dios es una en acción.

Es importante entonces, la actitud activa que debe tener la Iglesia, siguiendo el diseño, los caminos del Padre. Vemos en la Palabra más principios de lo que es este energeo para los Hijos de Dios:

1 Corintios 12:4-6:

"Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo; y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; y hay diversidad de actividades, pero Dios, que efectúa todas las cosas en todos, es el mismo. "

El verbo "efectua", que Dios lo hace, es en el griego el verbo energeo.

Y esta energía, con todo lo que el Padre nos da, energeo, no es solo para que yo y mi casa estemos bien. Todo lo que Dios da, es para que el Cuerpo de Cristo pueda avanzar en la obra; 1 Corintios 12:7:

"Y a cada uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho mutuo."

Porque si estamos en Su camino, todo en todo sobreabunda en nuestras vidas, como vimos en la Columna 4 de comernos el pan añejo con 2 Corintios 9:8:

"Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que teniendo en todo tiempo siempre todo lo necesario en todo, abundéis para toda obra buena."

No olvidemos el diseño de este pasaje, abundancia para toda buena obra, abundancia con dirección, con propósito, a hacer la obra que el Padre nos haya mostrado hacer; recordemos lo que significa literalmente pecar: "Errar en el blanco".

Sigamos viendo otros energeo:

1 Corintios 12:11:

"Pero todas estas cosas las efectúa el único y el mismo Espíritu, repartiendo en particular a cada uno como Él quiere."

"Efectúa", es energeo; el Espíritu Santo nos energiza con los dones espirituales y los Ministerios.

Efesios 3:20:

"Y al que puede hacer todas las cosas mucho más abundantemente y más allá de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros."

"Actúa", es energeo; Dios nos energiza hoy con su poder.

Colosenses 1:29:

"En lo cual también me fatigo, luchando conforme a su potencia, la cual actúa poderosamente en mí."

"Actúa" es energeo; Dios nos energiza poderosamente.

1 Tesalonicenses 2:13:

"Y por esto damos gracias sin cesar a Dios, porque habiendo recibido de nosotros la palabra del mensaje de Dios, la aceptasteis, no como palabra de hombres, sino tal como es en verdad, palabra de Dios, que obra también en vosotros que creéis."

El verbo "obra" es energeo; la Palabra de Dios que se recibe para salvación creyendo a Cristo, es una que nos energiza.

Seamos animados. No es por nuestras fuerzas, Él nos energiza, el yugo de Cristo es ligero y fácil su carga. Pero no olvidemos de no salirnos de sus caminos, sus diseños. Veamos el caso de Jericó:

Jericó, tremenda ciudad fortificada para esos tiempos, cayó por el Pueblo de Dios siguiendo los diseños del Señor en exactitud, haciendo algo que para el mundo era locura.

Vemos en Josué 6 el diseño, yendo durante 7 días alrededor de las murallas de la ciudad, con los primeros 6 en silencio, y al séptimo día, en el cual solo se dieron 7 vueltas, finalizan todos gritando tras hacer sonar el shofar.

Y vemos década y siglos después, que el pueblo fue infiel, y cayó en lo más bajo, cuando Jezabel entra en el lecho del pueblo de Dios, al unirse en una sola carne con el rey Acab, que Dios lo llama como el peor rey hasta el momento, 1 Reyes 16:30-33:

"Y Acab ben Omri hizo lo malo ante los ojos de YHVH, más que todos los que fueron antes de él; porque le fue cosa ligera andar en los pecados de Jeroboam ben Nabat, sino que tomó por mujer a Jezabel hija de Etbaal, rey de los sidonios; y fue a servir a Baal, y se postraba ante él. Y erigió un altar a Baal en el templo de Baal que había edificado en Samaria. Acab hizo también un árbol ritual de Asera, provocando a ira a YHVH, Dios de Israel, más que todos los reyes de Israel que habían sido antes de él."

En este momento, las murallas de Jericó se vuelven a levantar; mismo capítulo anterior, versículo 34:

"En ese tiempo Hiel de Bet-'El reedificó Jericó: a costa de Abiram su primogénito puso los cimientos, y a costa de Segub su hijo menor levantó sus puertas, conforme a la palabra que YHVH había hablado por medio de Josué ben Nun."

Es aquí donde lo conquistado a las tinieblas puede ser reconquistado por ellas si nos salimos de Dios. Vemos lo importante que es la posición activa de la Iglesia, que aún tras la victoria, no debemos relajarnos. Este principio lo podemos ver en la parábola del hombre fuerte, que el espíritu inmundo sale, pero al ver la morada limpia, querrá venir con otros 7 peores. Y también este principio lo vemos en un caso más concreto, cuando Jesús sana al hombre junto al estanque, el cual que llevaba 38 años enfermo; Juan 5:14:

"Después de esto, lo halló Jesús en el templo y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, no sea que te suceda algo peor."

La victoria en un área, sea esta a nivel personal, familiar, congregacional, territorial, es solo el comienzo. Luego queda el administrar en esa victoria, la mayordomía en ello, permaneciendo en Cristo.

Y esto a través de las generaciones. No suceda que una generación en una o más áreas venza, y décadas después la Iglesia en esa área "se relaje", se vuelva pasiva, y las tinieblas arrasen con todo.

Veamos 2 ejemplos históricos de la Iglesia en el siglo pasado:

  1. En Estados Unidos, en la década de 1950, un 57% de los estadounidenses era miembro de una Iglesia. Cantidad que fue aumentando hasta la década de 1960, que llegó a un 63,5%. En los años 1955-58, casi la mitad de los estadounidenses asistía a una reunión de Iglesia los domingos por la mañana, la mayor cifra histórica a la fecha. Pero vean cómo desde la década de los 60s, las tinieblas arrasan con la juventud, con movimientos de hippies, drogas, y todo envuelto en la paz y amor. ¿Por qué los jóvenes cristianos, buscaron la paz y amor en esta cultura psicodélica de los hippies y otras similares que se levantaron, y no la hallaron en Cristo y en sus congregaciones? Algo ocurrió en las Iglesias, algo se enfrió, porque Cristo es quien le da plenitud al hombre, solo el Padre Dios nos da identidad y dirección, y no las drogas y la paz y amor que viene a ofrecer al mundo. Y vemos a lo que ha llegado el estado de la juventud en Estados Unidos hoy en día, como también el nivel de familias que se congregan.

  2. En Alemania, en 1910, aproximadamente el 98% de la población alemana se identificaba como cristiana, con un 63% de protestantes y un 35% de católicos. Esta proporción se mantuvo estable hasta el año 1933. ¿Cómo fue que en un país con Iglesia en toda la nación, aún tomando solo los protestantes, se originara en ella un régimen tan sanguinario como el nazismo, y apoyaran a un líder tan nefasto como Hitler?

Vemos en este último caso, el Alemán, que no basta con llenar todas las cuadras, todas las calles, con una Iglesia, si no se escucha la voz del Hijo, si no se ve al Padre para lo que hay que hacer, y no se hacen las obras con la guía del Espíritu Santo.

¿Seguiremos diciendo cosas como, "todo lo que ocurre en el mundo es porque Dios quiere"?; veremos más por esta pregunta en la Columna 10.

¿O asumimos como Iglesia la responsabilidad de no haber ejercido la autoridad que Jesús ya nos ha dado en Mateo 16:19, con tanto más que vemos en el nuevo testamento, y que si me he salido de su mano, 1 Juan 1:7, lo malo que ocurra no es algo para fortalecerme, "Dios me está probando", sino que estamos caminando al abismo, a como Jesús pone en evidencia, en otros escenarios, en la carta a las siete Iglesias en Apocalipsis?

Por eso debemos mantenernos firmes, en luz. Somos Cuerpo de Cristo, y si el Cuerpo se va de un territorio, o está dormido, el Señor no podrá manifestarse. Ya desde el antiguo testamento vemos este diseño, de la importancia del pueblo de Dios, en Salmo 24:7:

"¡Alzad, oh puertas, vuestras cabezas! ¡Sed levantados vosotros, portales eternos, Y entrará el Rey de gloria!"

Las puertas eternas, los portales eternos, en plural, habla de nosotros. Aún en el antiguo pacto, Dios usó a su pueblo para manifestarse. Y no solo Dios actuando, sino también con los ángeles, como vemos en Daniel 4:17:

"La sentencia es por decreto de los guardianes, y la decisión por la palabra de los Santos, para que los vivientes reconozcan que Il·laya domina sobre el reino de los hombres, que lo da a quien le place y pone sobre él al más humilde de los hombres."

Vemos la importancia de los Santos, para que actuara el ángel guardián. Y vemos como se ejecuta ese diseño en Daniel 4:23. Es tremendo cómo nosotros, sus Santos participan en medio de los juicios de Dios. Si no han leído aún mi primer libro, "Reyes con Amnesia, desterrados en nuestra propia tierra", les recomiendo entrar a la Habitación 4, que habla de cómo participamos hoy como Hijos de Dios en la Corte Celestial del Padre.

Somos llamados a manifestar la Gloria del Padre, como vemos en Isaías 60. Y no solo por los hombres para que sean salvos. Está la importancia de nuestra obra como Hijos de Dios, por la creación, Romanos 8:19-21:

"Porque el profundo anhelo de la creación espera la revelación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sometida a vanidad, no por su propia voluntad, sino por la del que la sujetó; en esperanza de que también la creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Dios con la cruz y resurrección de Cristo levanta al hombre, pero no la creación. La creación aún acumula el pecado, está sujeta en corrupción, esclava de esta.

Este pasaje a la verdad es tremendo. Vemos que la creación no fue sometida por voluntad propia. Veo aquí dos caídas que contaminan la tierra:

La primera, la caída de Lucero, la transición de Génesis 1:1, creados los cielos y la tierra, al versículo 2 siguiente que nos habla sobre una corrupción que entra: "Pero la tierra llegó a estar desolada y vacía, y había tinieblas sobre la faz del abismo"; Dios no es Dios de corrupción, la tierra Dios la crea perfecta, pero esta "llegó a estar desolada y vacía" y con tinieblas. Es entonces que en el versículo 2 de Génesis 1 vemos el fruto de la caída de Lucero, con el tercio de ángeles que cayeron con él.

Luego vemos la segunda caída que contamina la tierra, con la caída del hombre, con la caída de varón y varona.

Pero hay esperanza dice este pasaje de Romanos 8:19-21. La libertad del Padre. Pero no es una libertad directa de Cristo, es una libertad que es efectuada, que es ejecutada por la Iglesia; por ello nos dice que "será liberada de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios."

Dice textualmente, libertad gloriosa, que viene de los Hijos de Dios. No vino esta con la cruz, a como vemos que el tiempo verbal cuando Pablo escribe Romanos está en futuro con el verbo "será".

¡Cuán tremenda es esta promesa, y esta gran obra que tenemos por delante Hermanos!

Vemos también este propósito, el hombre en Cristo y el Padre, los Hijos de Dios, somos nosotros la sal para la tierra, Mateo 5:13:

"Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué será salada? Para nada es buena ya, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres."

Dios nos levanta para ser la sal, para liberar la tierra. Pero vemos también aquí la advertencia, de no volvernos insípidos, o lo que nos puede ocurrir; pisoteados por los hombre. Y ser pisoteados en lo personal, veo que ocurre cuando el hombre sin Dios, el mundo, nos vence, nos avergüenza. En esto, cuando vemos los pecados de la Iglesia en los medios de comunicación, como robos y abusos, y ya el mundo no quiere saber más de los creyentes. Y así en otros escenarios que somos pisoteados.

Entonces, tras la cruz de Cristo, la tierra sigue corrompida, y es de la Iglesia liberarla.

Veamos ahora con otro discernimiento, cuando ocurren desastres naturales. Muy gráfico de lo anterior es Isaías 24:19-20:

" La tierra se sacude y se agrieta, La tierra se deshace en pedazos, La tierra tiembla una y otra vez, La tierra se tambalea, Vacila como un ebrio, Se tambalea como una barraca, ¡Tanto le pesa su pecado! Se desploma, y no se alza más."

Saquémonos esa mentira que todo lo que ocurre en la tierra es porque Dios quiere. O decir cosas como, "Dios trajo esta catástrofe para que la nación se arrepienta."

Y de esto último se suele escuchar aquí en Chile, país donde ocurren terremotos. Les doy un caso:

En 1906, en Valparaíso ocurre un gran terremoto. Como ya vimos de este principio en Isaías 24:19-20.

En 1909, Dios envía un avivamiento en Valparaíso, y comienza un mover tremendo en el Espíritu Santo, enseñando hasta en las calles sobre los dones espirituales y sus manifestaciones, como no se había visto. Pero la misma Iglesia calló la voz del Espíritu, mostrándose en contra de las manifestaciones como la de los dones espirituales. Y al Pastor Hoover que estaba liderando el avivamiento, los líderes de la Iglesia llegaron a sancionarlo y hacerlo volver a Estados Unidos; de este hecho lo profundizo en mi libro "El caminar de Jacob" que encuentran en SeDespiertan.com

Cuando ocurre lo que Dios quiere, esto es solo en su Reino, dentro de su Reino. El cuál debemos manifestar y expandir en la tierra, hasta que su Reino lo cubra todo; he aquí se cumpla el cielo nuevo y tierra nueva, cuando reconciliemos todas las cosas; más del Ministerio de la reconciliación de todas las cosa en la Columna 9.

Sigamos viendo otros aspectos con la creación:

En las Escrituras vemos claramente cómo cae el peso del pecado en la tierra. La tierra se vuelve estéril por la maldad de quienes la habitan, Salmo 107:34:

"La tierra fértil en estéril, Por la maldad de quienes la habitan."

El pueblo de Israel por contaminar la tierra vivió gran sequía, y también enfermedades. Así como vemos en Jeremías 2:7:

"Y os introduje a una tierra fértil, Para que comierais sus frutos y delicias, Pero entrasteis y contaminasteis mi tierra Y convertisteis mi heredad en abominación."

Y Dios paga el doble, a quienes les dio luz para serlo en medio de las naciones, pero terminan en iniquidad y pecado llenos de abominaciones; Jeremías 16:18:

"Pero primero Yo pagaré al doble su iniquidad y su pecado, porque contaminaron mi tierra con la carroña de sus ídolos detestables. En verdad han llenado mi heredad con sus cosas abominables."

Dios nos introduce a su Reino, a la vez que nos va dando heredad en la tierra, pero podemos contaminar todo lo recibido. Y es que ahora es mucho más el peso, la responsabilidad en nosotros de contaminarnos y contaminar la tierra teniendo una luz aún mayor que en el primer pacto; tenemos al Cristo resucitado y su cruz eterna para limpiarnos de todo pecado, y en el Hijo y el Padre ser transformados en nueva criatura.

La obra de liberar la tierra que vimos en Romanos 8, es la misma obra que se le dió al hombre desde el comienzo, que se le dio a Adán en Génesis 1:28:

"Luego 'Elohim los bendijo; y les dijo 'Elohim: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla, dominad sobre los peces del mar y las aves de los cielos y sobre todo ser vivo que se mueve sobre la tierra."

Y es que, no olvidemos, antes de ser creado el hombre, hay ya una caída de la creación por la caída de Luces y sus ángeles a causa de sus contrataciones; vemos la consecuencia de esta caída en versículo 2 de Génesis 1, "la tierra llegó a estar....", como ya analizamos en este versículo; originalmente la tierra no fue creada en corrupción con tinieblas.

Dios quiere que terminemos la obra, sojuzgando la tierra. Y no utiliza "administra la tierra", porque esta está caída, hay que levantarla en Cristo, en el árbol de la vida.

Sojuzgar en Génesis 1:28 en el hebreo es "kabash", que entre sus significados también están: sujetar, forzar, mantener debajo de uno, poner en cautiverio, dominar, pisar, conquistar.

Y este kabash solo se puede hacer en Cristo, por medio de su sangre. Porque la libertad gloriosa de los Hijos de Dios que espera la creación que vimos en Romanos 8, es siempre en Cristo. No es religión, es una realidad, la del Reino de Dios; Solo Cristo y el Padre son fuente de vida, conocerlos es la vida eterna.

Y en este caminar, tomémonos de la vida del Reino que tenemos en su salvación, 1 Timoteo 6:12:

"Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual fuiste llamado, y delante de muchos testigos declaraste la buena confesión."

Es una posición activa, "pelea la buena batalla de la fe". La palabra "echa mano" en este versículo, en griego es "epilambanomai", que de acuerdo al diccionario griego Strong es un echar mano a algo con un propósito, para ayudarse, para conseguir algo. Entonces, no es un orar para vivir la vida eterna. Esta ya la recibimos en Cristo. Vemos en Juan 17:3, Jesús mismo nos dice cuál es la vida eterna:

"Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesús el Mesías, a quien enviaste"

La vida eterna se vive con un propósito; conocer a Dios no es para quedarnos en nuestras casas seguros porque ya somos salvos, o como congregaciones encerrarnos "en cuatro paredes"; todos tenemos una obra que hacer en esta tierra como Cuerpo de Cristo. Es hora de despertar a nuestra identidad como Hijos de Dios con autoridad en toda la creación.

Y retener el testimonio de Jesucristo, es lo que nos hace Hermanos, como vemos en Apocalipsis 19:10:

"Y yo caí ante sus pies para adorarlo, pero me dijo: ¡Mira, no!, que soy consiervo tuyo y de tus hermanos, de los que retienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

He aquí una actitud activa de vivir como Hijos de Dios, siendo responsables de lo que hemos recibido y vamos recibiendo del Padre. Echar mano a la vida eterna, retener el testimonio de Jesucristo, pelear la buena batalla de la fe, y mucho más que vemos en las Escrituras y lo que nos revela el Espíritu Santo. Posiciones activas que debemos tener en este mundo. Y no ceder ni un milímetro a las tinieblas, ser esa luz y sal para los hombres y el mundo, Mateo 5:13-16, y de nosotros corran ríos de agua viva, Juan 7:38.

En Mateo 5:16 vemos la posición activa que debemos tener de ser luz ante los hombres:

"Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de forma que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."

Como vimos en Juan 17, ser uno con el Padre y el Hijo, para que el mundo nos crea. Pero aquí no debemos caer en religiosidad, en patrones conductuales, en la mera moralidad cristiana, en solo reglas de cómo vivir, si no es esta una nueva realidad que vivimos.

Entonces, podemos caer en ver el testimonio de un hombre maduro en Cristo, poderoso en la autoridad de Dios, y un primer impulso puede ser en copiarlo, generar patrones, reglas, un "paso a paso", a partir de su testimonio, y perdemos lo maravilloso que es que el propio Padre nos muestre cómo debemos obrar en cada aspecto de nuestras vidas.

Conocí hace unos 10 años atrás, a un joven de Bolivia, tremendo profeta de Dios que va a las naciones, y adorador como pocos he visto. Toca el violín de una forma que hace abrir los cielos. Y en uno de sus testimonios, me compartió que el Señor lo llevó a usar varios años solo zapatos, incluso cuando jugara fútbol. Luego de terminado este tiempo de usar solo zapatos, el Señor le reveló que era para mostrarle que él era distinto por lo que el Señor iba a hacer con él por su llamado.

Pero no puedo con este testimonio decir: "Para ser un gran adorador y profeta, y tocar como Dios quiere un instrumento para adorarlo, debo igual que este Hermano, usar zapatos para todo por los mismos "x" años".

Es aquí que caemos en la banalidad. Este era un diseño específico para la vida de este hombre. Y Dios tiene diseños específicos para cada uno, seas del país que seas, hombre o mujer, de oriente o de occidente.

Preciados Hermanos en Cristo que han llegado hasta aquí leyendo este libro, una cosa es muy cierta, y es que es muy fácil matar la voz del Espíritu Santo. Recordemos que pecar significa "errar en el blanco".

La religión que en extremos nos llevan hasta a sectas, matan no solo la voz del Espíritu Santo, cuando dejamos de hacer lo que el Padre nos muestra, dejamos la unanimidad de Juan 17, sino que también esterilizamos con lo que hacemos, llamando "que es en nombre del Señor lo que hacemos", el que otros no convertidos lleguen a Dios. Damos el mal ejemplo. No vivimos Juan 17:21, no seguirlo a Él es no ser uno con el Hijo y el Padre, y el mundo no nos creerá.

Muchas veces la incredulidad en ciertos lugares, no es porque "el diablo se los robó", sino porque la Iglesia hace cosas propias, cosas que el Padre nunca mostró, y les ponen que "es en nombre de Cristo". Las hacen fuera de la luz de Cristo, ya que nada hace el Hijo sino es lo que ve al Padre hacer. Y en la incredulidad, se cierran los cielos; veremos más de esto en la Columna 15, sobre abrir o cerrar los cielos de un territorio a la gloria de Dios.

Jesucristo al resucitar, nos envía como Él fue enviado, Juan 20:20-23:

"Y habiendo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos, al ver al Señor, se regocijaron. Así que les dijo otra vez: Paz a vosotros: como el Padre me envió, Yo también os envío. Y habiendo dicho esto, sopló y les dice: Recibid el Espíritu Santo. A cuantos perdonéis los pecados, les han sido perdonados; a cuantos los retengáis, les han sido retenidos.

Aquí el Señor nos deja en una posición activa muy clara. Ya no es pedir orando por alguien de esta forma:

"Dios perdona a "ABC", por lo que cometió en "XYZ", Señor ten misericordia y perdónalo".

Textualmente, el Señor nos dice, ahora ustedes perdonen los pecados. Pero veamos que no se lo dice a cualquiera, se lo dice a quienes perseveraron en Él, a quienes después veríamos llegando a la unanimidad en Hechos 2, quienes eran tierra fértil para vivir Juan 17:21.

No se trata tampoco, "creo en Cristo, me bauticé, ahora puedo hacer todo lo que está en la Biblia", como si hubiera adquirido superpoderes; no nos vayamos al otro extremo tampoco.

Por ello las 2 primeras columnas de este libro, son de las más extensas e importantes, ya que importa cómo vivimos nuestras vidas alineados o no a la voluntad del Padre. Como también, cómo comemos el alimento que el Padre nos da, o el pan se sigue añejando como vimos en la Columna 4.

Jesús en Juan 20:20-23 no solo nos da la autoridad, la posición activa, de ahora la Iglesia directamente perdonar los pecados, sino también de retener los pecados. Y es algo muy fuerte, retener los pecados. Es algo muy delicado la verdad.

De retener los pecados, el Señor me ha hablado, pero se debe de tener madures, y no es algo que deba de escribir en este libro. Así tampoco sobre cómo perdonar a alguien, o diferenciar de cuando se debe perdonar los pecados a alguien, o cuando retenerle los pecados; estaría creando un "paso a paso" que calla la voz del Espíritu Santo; porque cada persona es distinta, y para cada situación, los principios pueden ser los mismos, su justicia como misericordia no cambian, pero lo que hay que hacer no siempre es lo mismo. No olvidemos este ejemplo, Juan 5:19:

"Jesús pues declarando, les decía: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque lo que Él hace, esto también hace igualmente el Hijo."

No quiero sonar reiterativo. No solo en cuanto perdonar o retener pecados; aún tras recibir dones, unciones, Ministerio, autoridad en "x" tema; nada, nada hace el Hijo sino es lo que ve al Padre hacer.

Por eso mismo nos dice Jesús en Juan 14:12 que mayores cosas que las que Él hizo podemos hacer. Pero hoy no se ve lo anterior en los frutos de la Iglesia en las naciones, más que en un remanente. Es decir, no producimos ni la mitad de lo que Jesús hizo encarnado en la tierra, y nos dijo que mayores cosas que las que Él hizo podemos hacer; Él no es mentiroso ni exagera en sus promesas; lo que promete Dios es literal para nuestras vidas. Pero debemos ser luz en Cristo, Él nos ha dejado el diseño.

El ser luz, como vimos en la Columna 2, y la posición activa que debemos tener para orar por los gobernantes, por las autoridades, que vemos en 1 Timoteo 2:1-3, es algo de no olvidar.

Y tras esto, viviendo en la posición activa como Iglesia que el Señor nos ha dado, siendo guiados a toda buena obra que el Padre nos muestra, sin desviarnos a otra dirección que no sea la de la voz de Hijo, todo, todo sobreabundará en nuestra vidas; volvamos a leer este versículo, 2 Corintios 9:8:

"Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que teniendo en todo tiempo siempre todo lo necesario en todo, abundéis para toda obra buena."

Y recién en esta posición, todo lo que le pidamos al Padre en el nombre de Jesús nos lo dará, como vimos en la Columna 2; Juan 15:16:

"No me elegisteis vosotros a mí, sino que Yo os elegí y os puse para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca, para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé."

Profundizaremos más de este último versículo en la Columna 14 sobre cómo activar las bendiciones de Dios, pero vamos en orden como he comentado, y no saltarse alguna columna, que su orden es un diseño que recibí del Padre, y de mayor bendición es seguirlo.

Dios necesita que nuestra revelación no solo esté en nuestro corazón, sino también pueda ser puesta en acción, como vemos con Jonás y el pueblo de Nínive. Esto se conecta a la Columna 6 que vimos, en el hacer obras dignas de arrepentimiento. Con Nínive no fue solo creer, fue su actuar, la Fe en acción, cambiando su vida con acciones y no solo en lo que creen. Veamos testimonio de este pueblo en Jonás 3:9-10:

"¿Quién sabe si desistirá 'Elohim y cambiará de parecer, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos? Y vio 'Elohim lo que hacían, cómo se volvían de su mal camino, y desistió 'Elohim del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo."

Porque esto es lo triste, muchos llegan a creer en Cristo, pero siguen en su mal camino. "Es que Dios es misericordioso", muchos dicen. "Es que Dios me perdona igual, sabe que soy un pecador", muchos se engañan a sí mismos. Y eso que este versículo es el antiguo testamento; ahora en el nuevo pacto podemos recibir el Espíritu Santo, ser uno con el Hijo y el Padre, ser nueva criatura y llegar a ser un Hijo de Dios; ¿qué excusa se tiene ahora?, ¿qué autoridad tendrá nuestra oración en los cielos?

O el caso de Zaqueo, cuando se obra por el perdón con fe, se hace también con el principio de la restitución, como profundizamos en la Columna 6.

Y en cuanto a vivir en santidad de Dios, viendo que santidad significa "apartado para", no es solo no cometer el pecado, ya que si está en nuestro corazón ya hemos pecado, como vemos en Mateo 5:27-28:

"Oísteis que fue dicho: No adulterarás; pero Yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón."

Al salir de Egipto, el pueblo no debía ser pasivo, había diseño para salir y no murieran los primogénitos; siguieron el diseño de Pascua, de comerse el cordero, y completo, sin dejar nada. Debemos tomar el diseño completo que el Hijo nos está hablando, y el Padre nos está mostrando para hacer.

Muy importante también en la posición activa de la Iglesia, es lo que debemos obrar por las naciones, que veremos en la Columna 9 a continuación.