Saliendo de la casa de Labán

José significa Dios añade. José posee un don tremendo de multiplicación y administración, que lo vemos utilizado en Egipto, de una grandiosa manera. Algo ocurre con Jacob al ver a su hijo José recién nacido. Jacob ya había tenido muchos hijos, cada uno con un precioso don que se verá expresado en los dones que tiene cada una de las tribus de Israel. Pero José expresa el don que Jacob poseía más fuerte, y este es el don de la multiplicación y la administración, el cual Jacob utiliza por más de una década para el servicio de la casa de Labán. Es como si Jacob, hubiera tenido dormida su identidad, entrado en letargo en la casa de Labán, pero cuando ve a su hijo José al nacer, se ve a él mismo, ve frente suyo el don que siempre había poseído, y algo despierta en él, algo cambia con este nacimiento.

Vemos en Génesis 30, con el versículo 25, este suceso: "Y aconteció que cuando Raquel hubo dado a luz a José, Jacob dijo a Labán: Despídeme, para que pueda irme a mi lugar y a mi tierra."

No dice que, momentos después de que naciera, o al día o semana siguiente. Sino "cuando", en el momento en que nace José, Jacob toma esta decisión de irse. Y en los versículos siguientes, si bien Jacob había despertado, y visto que estaba en tierra extranjera, que no estaba en las tierras que Dios tenía para él, "pueda irme a mi lugar y a mi tierra" expresa Jacob hacia Labán, aún le quedaba un camino para desenredarse de las ataduras de Labán en las que había caído, y es lo que vemos en los versículos siguientes.

Jacob pide por sus mujeres e hijos, diciendo a Labán, por los que les ha servido. Todavía la mentalidad de Jacob era la de un siervo. Aún sus hijos los coloca dentro del "salario pagado" por sus servicios en la casa de Labán. Y es por esto que Labán le responde de esta forma, como a un siervo, reconociendo que ha recibido bendición de Dios por medio de Jacob, y le pregunta Labán a Jacob que le señale su salario para dárselo. Jacob le responde que a su llegada poco rebaño tenía Labán, en comparación a la multiplicación que le había dado, y que era tiempo que ahora trabajase por su propia casa.

En esto último, ya vemos un cambio positivo de mentalidad de Jacob, y es la de velar por su casa, poner en orden su hogar. Pero por otro lado, aún tiene una mentalidad de siervo, de que "tenía que trabajar" por su casa. Dios ya le había dado tremenda bendición y las tierras que eran para sus generaciones, pero Jacob aún piensa de esta otra manera.

Luego veremos entre Jacob y Labán, los "tira y afloja" por el salario de Jacob. Jacob llega a un acuerdo con Labán, pero en el proceso, moldea los resultados para quedarse con lo mejor del rebaño. Por así decirlo, a Labán le dijo una cosa que iba a cumplir, pero a sus espaldas, Jacob le juega una trampa. Y vemos al comienzo de Génesis capítulo 31 como los hijos de Labán se enojan por lo que Jacob estaba haciendo, y en el versículo 2, el semblante de Labán para con Jacob cambia. Aquí Jacob había "metido la pata". Si bien Labán podrá ser todo lo engañador que uno pueda decirle, Jacob se bajó a su mismo nivel. Y no hay registro de que Jacob hubiera hecho antes algún tipo de engaño en la casa de Labán. En el versículo 3, ya con este Jacob que está despertando de su "letargo", recibe palabra de Dios: "Entonces YHVH dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres y a tu parentela, y Yo estaré contigo."

Imagínense cuando alguien no reacciona, como en las películas/series de acción, donde el personaje está en shock por un suceso "x", y viene algo que pondrá en peligro su vida pero no se mueve para evitarlo. Y tiene que venir otro personaje para que "despabile", agitarlo desde los hombros, o pegarle un par de cachetadas para que reaccione y tome las acciones para salvar su vida.

Esto es lo que hace Dios. Pocas, muy pocas veces, Dios repite una palabra profética, una palabra de bendición, sobre todo si la persona se ha extraviado, o dejado su caminar con Dios a medias, por decisión propia. Pero Dios ama a Jacob, y cuando el semblante de Labán cambia, Dios interviene, y le habla directamente para que termine de salir de ese letargo, que se olvidara de sus jugarretas y engaños con el rebaño, o de alguna otra cosa ahora que se le pudiera ocurrir hacer. Que dejara todo eso, que dejara de pensar como siervo, como quien solo recibe por lo que trabaja, y volviera sus ojos a Dios. Volviera sus ojos a ver que era un hijo de la promesa de Fe de Abraham, que ya había recibido toda bendición y tierras desde antes de salir del vientre de su madre, y ya se fuera de ese lugar que se estaba volviendo peligroso para él.

En los versículos siguientes, vemos que las palabras de Dios actúan en Jacob, y manda a buscar a Raquel y a Lea con su rebaño por como el semblante de Labán ha cambiado. Pero Jacob agrega al hablarle a Raquel y a Lea, "pero el Dios de mi padre ha estado conmigo." Esto es muy importante en Jacob. Esta es la primera vez que vemos a Jacob actuar de una forma no apoyado por los resultados de su trabajo como siervo, de sus negociaciones, o apoyado de alguna "muletilla" del mundo, sino porque el Dios de su padre está con él. Qué maravillosa declaración de Jacob, que ha de haber alegrado de sobre manera el corazón del Padre Dios.

Después vemos a Jacob hablando con Raquel y Lea, y que, pese a un primer acuerdo con Labán por su "salario de salida", y el truco por detrás que Jacob primero hizo, después encontramos que Labán también "sacaba sus cartas" y le cambiaba las condiciones; le cambió las condiciones 10 veces durante un período que duró 6 años. Pero que Dios en su misericordia, sabía del trabajo y bendición que Jacob había traído a estas tierras, y hacía parir al rebaño para favorecer a Jacob. En los versículo 11 al 13, vemos que Jacob tiene una nueva experiencia con Dios mientras dormía:

"Y el ángel de Dios me dijo en el sueño: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. Y Él dijo: Alza ahora tus ojos y verás que todos los machos que montan a las ovejas son listados, moteados y manchados, porque Yo veo todo lo que Labán te está haciendo. Yo soy el Dios de Bet-’El, donde ungiste la estela y donde me hiciste un voto. Levántate ahora, sal de esta tierra y vuélvete a la tierra de tu nacimiento."

Esto es interesante, ¿por qué mientras dormía? Así como su primera experiencia con Dios es de esta forma: Y es que muchos podemos vivir el día a día a "mil revoluciones por minuto", moviéndonos por las nuestras, con "nuestra agenda" ya armada, pensando que es la forma que Dios quiere, y vivimos ocupados haciendo esto y aquello, pero no nos detenemos a escuchar a Dios. Y no hablo de destinar un tiempo diario a solo escuchar a Dios, lo que es muy bueno. Sino que tengamos esta disposición de escucharlo a Él en cada obra que emprendamos, en cada paso de nuestro caminar. Porque muchas veces Dios nos quiere hablar cuando estamos en movimiento, no solo quietos, ya que en movimiento es cuando también se toman decisiones importantes que solo se toman en esos momento. Pero muchas veces ya tenemos todo planeado y decidido, consciente, o muchas veces inconscientemente, y nuestro corazón se cierra a escuchar a quien no se ha cansado de decir nuestro nombre. Y a Dios ya no le queda más que hablarnos cuando estamos dormidos, en sueños, cuando estamos quietos, en el momento que tenemos una mayor apertura en nuestro corazón a recibir. Si Dios solo te ha hablado en sueños, tener un tiempo con el Espíritu Santo para ver en las profundidades de tu ser qué evita escuchar la voz del Padre en el día.

Al fortalecerse Jacob en la Palabra de Dios, comenzando a actuar, y para poner en orden su hogar, su familia también responde con esa Fe. Raquel y Lea le responden que Dios ha dado esta bendición a su casa, y que Jacob hiciera lo que Dios le había dicho. Jacob reúne todo lo suyo, todos los de su casa, y todo lo que había ganado, pero vemos que ocurren dos cosas delicadas:

Raquel se roba los terafines de la casa de Labán. ¿Qué son los terafines? en resumidas cuentas, son pequeñas estatuas de ídolos, que por lo general estaban en el interior de los hogares, y estos protegían toda la casa y el territorio de la familia. Eran algo así como los guardianes del territorio donde habitaban. Y algo muy preciado y valorado, en ellos tenían su seguridad. Vemos aquí, que Raquel igual tenía su Fe dividida, en otro lado. Pese a haber concebido por gracia de Dios, y haber recibido de la promesa de Dios para la casa de Jacob, necesitó llevarse la protección de ídolos en su viaje. Aquí hay otra "muletilla" del mundo, pero que es más delicada, ya que es una que significa poner mi Fe en algo adicional a Dios, cuando las promesas y bendiciones, cuando la Palabra de Dios, no son suficientes para moverme de forma segura y recta. No es solo utilizar algo del mundo no aprobado por Dios para lograr algo, sino que, mi Fe se divide en dos lugares, una parte en Dios, y otra en algún ídolo del mundo, del hombre caído. Y es así, como hemos visto en el capítulo anterior de este libro, uno de estos terafines en la Iglesia de Chile hoy, que es la Masonería. No digo que sea el único. Como Iglesia debemos sacarnos los terafines. Los terafines solo traen muerte, y hasta una vida corta, como le sucedió a Raquel. Una cosa es usar terafines porque no conozco a Dios, pero distinto es cuando ya lo he recibido. Dios escupe a los tibios.

Tener mi Fe en dos lugares opuestos, en luz y tinieblas, es un tipo de bipolaridad. No declaro que lo primero cause lo segundo. A mediados de Octubre 2018, el psiquiatra y académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad de Chile, Pedro Retamal, lanzó el libro electrónico gratuito "La enfermedad bipolar, una guía para conocerla y enfrentarla". En esas fechas, se estimaban que unos 200.000 chilenos padecen la enfermedad, y que el enfermo bipolar vive, en promedio, 15 años menos que la población general sana.

Lo segundo que estaba sucediendo, es que Jacob estaba dejando esas tierras a espaldas de Laban. ¿Por qué lo hizo? ¿Tenía temor? No se describe por qué lo hace, pero pareciera que se fue por temor. Jacob no había arreglado las cosas con Labán, aún estaba el conflicto por el rebaño. De la misma manera que por temor Jacob se va de casa de sus padres sin arreglar el conflicto con su hermano Esaú, ahora nuevamente huye de un lugar por un conflicto sin arreglar. Pero esta vez es peor, ya que tiene la promesa y la mano de Dios para enfrentar la situación, pero de todas maneras huye del lugar. Dios le había dicho que se volviera a la tierra de sus padres, pero no con este diseño. Sumado a todo lo anterior, Jacob se iba con dos de las hijas de Labán, y todos sus hijos que también vivieron con Labán todos esos años. Eran familiares cercanos. Labán habrá sido Labán, pero tampoco era un desconocido que Jacob había visto solo por cinco minutos.

Aquí nos vamos a detener un momento, ya que es tiempo de responder la siguiente pregunta: ¿Qué momento estamos viviendo como Iglesia de Chile?

Lo que Dios nos ha mostrado desde mediados del año 2015, es que como nación, estábamos en la casa de Labán.

Ya hemos visto el lugar que ocupa la Masonería dentro de la Iglesia, pero esta no llegó por sí sola. El terafín tiene dueño.

Inglaterra ha jugado un papel importante en el desarrollo de Chile, ha sido esa paternidad postiza que vino a la nación. El Señor nos ha mostrado que la tinieblas han utilizado a Inglaterra como un Labán, y la nación ha vivido en un letargo en sus tierras.

Y así, como hay una que verdaderamente amó a Jacob, que es Lea, como lo vemos en sus frutos: sus declaraciones y acciones. Donde también podemos ver, que así como Abraham fue sepultado con Sarah, e Isaac con Rebeca, así también Jacob lo fue con Lea. Hay otra que vio a Jacob como una recompensa, hasta como algo que podía ser intercambiado por unas plantas, que es Raquel, quien pone últimamente su Fe en lo que no es de Dios. Y Jacob en su letargo amaba más a Raquel, llevado por sus sentidos naturales, y Lea fue despeciada por muchos años. Así hoy, la Iglesia de la nación ha tenido un Salvador que la ama hasta el día de hoy, pero la Iglesia se ha volcado a la Masonería, quien no la ama y la ha usado solo por sus dones y autoridad. Y la Iglesia al volcarse a terafines como este, ha despreciado al Padre y al Hijo.

Pero ya a finales del 2017, el Señor nos mostró la llave, y convocamos a las Iglesias de las ciudades de la nación, el Padre nos había dicho que había llegado el día para salir de la casa de Labán. Y en una preciosa convocatoria, el Padre soltó las verdades sobre la historia de la nación, nos quitó todo velo de la casa de Labán para salir de este letargo como Iglesia, y recibimos de Cristo los diseños para su Iglesia. Tiempo después, dos Ministros pudieron ir a Inglaterra, y realizar acciones proféticas que el Señor nos mostró, para terminar el proceso de salir de la casa de Labán.

Ya hemos dado un gran paso como Iglesia, y comenzado el proceso de Jacob de convertirse en Israel, el príncipe del Señor, el que lucha con Dios, y dejar de ser el engañador.

Pero importante: Como comenté al comienzo del libro, no es que un país sea "x" tribu de Israel. Así en este proceso, no es que nos estemos convirtiendo literalmente en Israel con el cambio de nombre de Jacob. Es el Padre hablando sobre el diseño e historia de la nación. Como así también, nos puede mostrar algún diseño de tribu de Israel para la nación.

Pero, como veremos más adelante, cosas terribles ocurren con Jacob y toda su casa, después de salir de las tierras de Labán.

Y es que, no bastaba con salir de la casa de Labán.

Debemos aprender de los errores de los hombres de Dios en la Biblia. Y que si Dios nos ha mostrado como nación que somos Jacob, y nos ha hablado por medio de la vida de Jacob, de nuestra historia y el momento que vivimos, no por ello vamos a vivir todas las mismas desgracias que le acontecieron en su vida. Debemos aprender de ello. Debemos ser responsables. No todo los hechos ocurridos en la Biblia, fueron así porque Dios lo quiso. Podemos ver a los hombres que obedecen, y siguen la senda del Señor sin desviarse. Como también a los hombres de pasos inseguros, los que se detienen, y los torcidos cuyo final es malo. Este último, el final malo, como la vida de Sansón. Teniendo la ruta del Padre, tomaron la ruta incorrecta una y otra vez, hasta que fue muy tarde ya que pasaron el punto de "no retorno", obteniendo el "bad ending".

El "bad ending", término que se suele utilizar en los videojuegos cuando, teniendo dos o más rutas de la historia a disposición, tomamos la/las errada(s).

Como Iglesia hoy, estamos en el camino de haber salido de la casa de Labán. Y lo que viene a continuación, es el encuentro de Esaú, donde en el camino a Jacob se le cambia el nombre a Israel y recibe nueva bendición con ello. Pero también, debemos haber salido de la manera correcta sin los terafines. En los capítulos siguientes veremos de todo esto, como quien es Esaú para la nación, y las advertencias que el Señor le ha dado a la Iglesia de la nación para no volver a errar en el blanco.

Continuemos con el relato de Génesis 31, con el robo de los terafines por parte de Raquel, y la huida de Jacob, en que no le avisa de salida a Labán:

Jacob entonces, comienza su viaje a las tierras de su padre Isaac. Al tercer día, Labán se entera de lo ocurrido y va trás de él. Tras siete días, lo encuentra en el monte Galaad, y acampa con sus parientes a como Jacob ya lo estaba haciendo. La noche anterior antes de encontrarse con Jacob cara a cara, Dios le dice a Labán en un sueño: "¡Guárdate de hablar con Jacob bien ni mal!". Ya al encontrarse con Jacob, Labán le dice, Génesis 31:26-29:

"Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué hiciste para defraudar mi corazón y conducir a mis hijas como cautivas a espada? ¿Por qué te escondiste para huir y me defraudaste, y no me avisaste para despedirte con festejos y cantares, con tamboril y cítara? Ni siquiera me has dejado besar a mis nietos y a mis hijas. ¡Has actuado de manera insensata! Hay poder en mi mano para haceros mal, pero el Dios de vuestro padre me habló anoche diciendo: Guárdate de hablar con Jacob bien ni mal."

Es interesante esto. Dios permite que Labán se refiera en estos duros términos a Jacob, ya que no estaba quebrantando lo que Dios le había hablado, no le estaba hablando "bien ni mal", le estaba diciendo la verdad, hablaba sinceridad sobre los actos de Jacob. Realmente Jacob fue un insensato.

Esto es muy interesante. Dios nos puede guardar de nuestros enemigos, pero si actuamos como insensatos, siendo llevados por nuestra carne por emociones como temor al hombre, aún nuestros contrincantes podrán venir a hablarnos a la cara de las malas acciones que hemos hecho, y seremos avergonzados públicamente. Y Dios permitirá esto, ya que es un Padre justo, así como permitió que Labán le dijera a Jacob estas palabras, y que quedaran escritas hasta el día de hoy.

Luego en el versículo 30, Labán continúa hablando, y le pregunta por qué se llevó sus terafines. Jacob le responde que se había ido porque tenía temor que se llevaran a Lea y a Raquel, pero, no sabiendo que Raquel había tomado los terafines, declara que muera el que los tenga, y que los examinaran. Pero Labán busca en el campamento de Jacob pero no los encuentra, Raquel los había escondido consigo en la albarda del camello, y este lugar no pudo ser examinado ya que miente diciendo que no se podía levantar porque estaba en el período de las mujeres.

Labán no encuentra los terafines, y vemos del versículo 36 al 42 la recriminación de Jacob a Labán, por los 14 años de trabajo por sus hijas, y los 6 años por el pago de su "salario de salida" en el que 10 veces Labán le cambio las condiciones de ello. Y como Dios estuvo con él.

Aquí hay otro punto interesante. Jacob había despertado que tenía que irse, pero aún no se puede tomar de la promesa de Dios, que ya tenía la bendición. Además de los 14 años, pasa 6 años adicionales volviendo a trabajar para recibir bienes materiales por sus "años de servicio", pudiendo haberse ido en el momento que nace José, confiando en la Palabra de Dios, y que Él le proveería. Así como con su abuelo Abraham, que salió con lo que tenía de la tierra donde habitaba, a unas tierras que desconocía, sin siquiera saber en un comienzo si en el trayecto y en el destino hallaría comida o siquiera agua; aunque bien vemos de los errores que comete Abraham al entrar a Egipto y las riquezas egipcias que se lleva, que comenté anteriormente en este libro.

Jacob vuelve a caer en el negociar a su manera. Le busca y le busca, sigue con el tira y afloja con Labán en estos 6 años. Si Dios nos dice que nos tenemos que ir de un lugar, y del lugar que nos vamos, no nos dan lo que creemos que merecemos, preguntémosle al Señor qué hacer. Pero más importante es obedecer al Señor. Si la "bendición de salida" no se da, y Dios te ha dicho que te vayas, y el Padre no ha agregado ninguna palabra de dirección como, "deberás recibir esto y aquello por tu partida", hay que irse, y Dios bendecirá. Y esto no solo de lo material. Puede que para mi partida de un lugar, no solo espere recibir algo material, también algo intangible, como algo emocional. Dios no depende del hombre para bendecirnos; Él es nuestro Padre proveedor, y lo que tenemos es herencia, somo co-herederos con Cristo Jesús, Romanos 8:17. Esta partida en nuestra vida, puede ser un trabajo que Dios quiere sacarnos, o concluír una relación de negocios (como que me uní con quien no debía). Para un niño cambiar amistades, para un joven terminar una relación amorosa que nunca vino del Señor. Para un anciano, irme de un país en el que trabajé por años, aunque por el hecho de ya no residir en ese país pierda mi fondo de pensión. Dios no necesita del hombre para bendecirte. Si Dios ha marcado tu partida de algo, es siempre para mejor, más de lo que puedas imaginar.

Tras esto Jacob erige una piedra como estela, y le pide a su familia que reúnan piedras sobre la cual comen juntos, y pactan, llamando al monte Galaad y Mizpa, para que Dios atalaye entre ambos. Atalaya que significa lugar elevado (generalmente una torre), desde donde se puede vigilar una gran extensión de territorio y/o mar. Desde ese punto, Labán no pasaría, y Jacob tampoco para hacerle mal. Y se despiden regresando Labán a su lugar.