Antes de la fundación del mundo
Puerta 1 - Un acercamiento
Antes de la fundación del mundo, donde nada había sido creado. La primera expresión del Padre fue el Unigénito.
El Unigénito estaba en el Padre, todo era Padre.
Luego la máxima expresión del Padre, el Unigénito, se expresa en 24 Casas que crea el Padre con el Unigénito, con millares de espíritus en cada una de ellas.
Todos estaban en el Padre, todo era Padre. Pero no solo estaban en Él así nomás. El Unigénito y las 24 Casas, no estaban como "flotando" dentro de Dios, había un diseño, y se encontraban en el corazón del Padre.
El Padre se renueva. El Padre no es estático, está creciendo, expandiendo; cosas nuevas estaban por venir.
Es el Padre del Unigénito, el Padre de las 24 Casas, el Padre de las luces, el Padre de los espíritus.
Todos estaban en el Padre, pero las 24 Casas no estaban a la estatura del Padre.
Todo era Padre, pero no todos podían contener su plenitud, aunque estaban en el Padre.
Es como un órgano de mi cuerpo, está en mí, es parte de quien soy, pero un órgano por sí mismo no puede contenerme, ni comprenderme completamente. Así eran las 24 Casas, las 24 expresiones del Unigénito.
Las 24 Casas no podían vivir la plenitud del Padre.
Por esto, el único que podía contener y comprender las profundidades del Padre era el Unigénito.
Dios trae un regalo para el Unigénito y las 24 Casas, una expansión como nunca se había visto:
El proyecto Tierra, para conocer y alcanzar las profundidades del Padre. Toda materia, todo proceso y reacción química, toda ley de la física, todo proceso de crecimiento biológico, todo lo creado, toda la materia y sus propiedades, serían una expresión del Unigénito, el Unigénito que es la máxima expresión del Padre.
Y el proyecto Alma, para experimentar todo lo creado en la materia, gobernar lo creado, conocer y hacer en uno toda la expresión del Padre en la creación. Madurar, llegando a ser a su imagen y semejanza, y crecer hasta la estatura de Su Perfección.
Hay 4 esencias que el Padre tiene, y solo una de estas la tienen las 24 Casas antes de la fundación del mundo, que es ser espíritu.
Las 24 Casas no podían comprender todo el Padre, vivir su plenitud, y menos contenerlo solo con esta esencia si fueran ya creación.
Las otras dos esencias se desarrollarían con el Proyecto Alma y Tierra. Dios los haría hombres, el Padre los crearía con alma y cuerpo a su imagen y semejanza, además del ser espíritu que ya lo eran a su imagen y semejanza.
Pero no es que el alma y el cuerpo que irían a tener los hombres, sean estas mismas 2 de las esencias del Padre. No es que el Padre antes de todo lo creado tuviera alma y un cuerpo físico. Sino que estas otras 2 de las 4 esencias del Padre, se expresan, como en su diseño y misma naturaleza, en el alma y un cuerpo físico, con toda la materia creada para descubrirla, experimentarla y gobernarla en alma y cuerpo físico en el diseño de Dios. Y viviendo cuerpo físico y alma en el diseño del Padre, experimento y crezco en estas 2 esencias de Dios. Sin olvidar que soy espíritu, que es también otra esencia del Padre, y en el que vivo al estar unido a Él, porque muerte es separación de Dios.
Siendo creación, viviendo con estas 3 esencias del Padre, podemos llegar a entrar y contener la plenitud del Hijo y el Padre.
La cuarta esencia es la que hace que el Hijo y el Padre sean uno, y de sus naturalezas como ser omnipresentes, omnipotentes, las únicas fuentes de vida, y lo puedan cubrir todo. Y esta cuarta se activa solo en los Hijos, es decir, solo cuando estamos en ellos, el Hijo y el Padre. Y es producto de cuando las otras tres esencias, están en unanimidad con el Hijo y el Padre.
Esta cuarta esencia se obtiene hoy en día cuando, luego de vivir el proceso de vaciarnos de la vieja naturaleza, y tomar de la naturaleza de Cristo. Cristo se va formando en nosotros, Gálatas 4:19, y a medida que pasa el tiempo, llegamos a su estatura, Efesios 4:13, y llegamos a ser a su misma imagen, 2 Corintios 3:18.
Volviendo a los preparativos del proyecto Alma y Tierra. De las 24 Casas:
Estaba por comenzar esta expansión que nunca se había visto. De las 24 Casas, 12 Casas saldrían del Padre como creación para sumergirse en el proyecto Alma y Tierra. Estas tendrían un cuerpo físico y un alma por primera vez, nacerían inmaduras, ya que el alma no es espíritu que es identidad directa al Padre, y es algo que se debe madurar. Lo anterior a la mano con el crecimiento y desarrollo de su cuerpo físico. Con esto Dios crea a los hombres. Estos serían llamados la Congregación de los Primogénitos cuando vencieran, culminara el proyecto. Primogénitos, ya que en la tierra alcanzarían y contendrían las profundidades y plenitud del Unigénito y el Padre.
Las otras 12 Casas, saldrían del Padre como creación, pero solo como espíritus, con sus propios diseños según su Casa y cuerpo espiritual. Estas, llamemoslas las Casas espirituales por decir un nombre para identificarlas, apoyarían a las 12 Casas del proyecto Alma y Tierra, siendo espíritus, enviados, servidores y mensajeros. Serían los ángeles, para guardar la alabanza y los principios del Unigénito, para que las 12 Casas que van al proyecto Alma y Tierra no las olviden en su proceso de madurez.
En el Proyecto Alma y Tierra, el Unigénito estaría en medio de ellos en la creación. Al ser la máxima expresión del Padre. Por medio de Él vendría todo el proceso de experimentar al Padre, hasta llegar a contener al Unigénito siendo uno con el Padre.
El Unigénito estaría con ellos como un fruto tanto físico como espiritual (en la creación lo que es espiritual es físico, lo que es físico es espiritual), como fruto conectado al Padre, como el Árbol de la Vida, para que constantemente estuvieran comiendo del Unigénito, para que por cada crecimiento, por cada nueva experiencia, fueran llenados del Unigénito y el Padre, hasta vivir lo que vemos en Juan 17:20-24:
"Pero no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno como Tú, Padre, en mí, y Yo en ti; que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste. Y Yo les he dado la gloria que me has dado, para que sean uno como Nosotros somos uno. Yo en ellos y Tú en mí, para que sean perfeccionados en una unidad, para que el mundo conozca que Tú me enviaste, y los amaste a ellos como me amaste a mí. Padre, aquello que me has dado, quiero que donde Yo estoy, también ellos estén conmigo, para que contemplen mi gloria que me has dado, porque me amaste antes de la fundación del mundo."
El Padre a todo los creados los haría libres, por lo que también podrían decidir no comer de este fruto, y crecer separados del Unigénito y del Padre.
Las 24 Casas vivirían por primera vez fuera del Padre. Saldrían a lo creado.
Hasta el momento todo era Padre, y en Padre estaban, y en Padre se regocijaban, pero ahora experimentarían lo que nunca habían vivido, y tendrían libertad con las nuevas experiencias vividas de tomar decisiones libremente, porque el Padre no es un Dios controlador.
Cuando las 12 Casas del proyecto Alma y Tierra fueran terminadas de ser edificadas, de madurar, el Padre sería uno con ellos al habitar en esta nueva casa, y también las 12 Casas espirituales serían uno con ellos al finalizar la gran edificación.
De las 24 Casas, se establecen 24 tronos, los 24 primogénitos de las Casas, que son los 24 ancianos. Cada uno de los ancianos se apartaría de las tareas de su propia Casa para mantener cada uno la expresión del Unigénito de su casa, y estar alrededor del trono del Unigénito para servirle, para adorarle.
De las 12 Casas espirituales, una se levanta mayor para guardar la alabanza, y de ella, uno que iba a ser Querubín mayor, el que se llamaría Lucero.
Paréntesis, por los que no conozcan de la caída de Lucero, el diablo, Satanás. De Lucero, conocemos de su caída por lo descrito en Ezequiel 28:11-19. Interesante es el Ministerio de la alabanza que se le da a Lucero. El pasaje anterior dice, "Los primores de tus panderos y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación". Primores en hebreo es melakah, que significa también ministerio, oficio, ocupación, servicio. A Lucero se le dio el Ministerio de la adoración. También vemos en este pasaje que a Lucero se le dió el diseño de Querubín protector. Lucero era un protector de la alabanza. No hay otro ángel con esta descripción en la Biblia, y como también dice este pasaje, quien fue puesto en el santo monte de Dios. Fue puesto en un lugar especial cerca del trono de Dios para proteger la adoración. La adoración es con la misma que Lucero tienta en última instancia a Jesús en el desierto, cuando Lucero le pide a Jesús que le adore. Isaías 14 también describe de la caída de Lucero, como quien quiso levantar su propio trono y ser semejante a Dios.
Hoy en día por la ciencia vemos que todo alaba, las ballenas y cada animal cantan, las galaxias cantan; cada átomo vibra, tiene una frecuencia, ondas. El protector de la alabanza en la creación era Lucero, él cae y todo, hasta cada átomo, se tuerce, se sale de su diseño original. Dios Padre es perfecto, Él no crearía algo torcido. Por eso en Génesis capítulo 1, entre el versículo 1 y 2 ocurre la caída de Lucero. Y vemos en el versículo 2 que todo estaba desordenado y vacío, lo que fue resultado de la caída de Lucero. Cierro paréntesis, volvamos:
Dios no gobierna solo. Para iniciar el proyecto Alma y Tierra, esto es, antes de la fundación del mundo, se reúne la Corte del Padre, se reúnen el Unigénito y las 24 Casas estando en el corazón del Padre.
Las 24 Casas son la Corte del Padre para gobernar con el Unigénito, ya que son una expresión de Él. Ya que El Padre Dios no gobierna solo, no tomas las decisiones sin consultar a todas sus luces. Él es el Padre de las luces. Por esto también vemos en Amós 3:7, "así, Adonay YHVH no hará nada sin revelar su plan a sus siervos los profetas."
Para bajar y entender este diseño de la Corte del Padre con sus Hijos: Hoy en día, así como tenemos libertad de hacer o no la voluntad del Padre, cuando llegamos a Cristo, llegamos a entrar en Él, y maduramos, iniciamos el proceso de tomar nuestra cruz, morir en la cruz, hasta tener la unidad de la fe y la estatura de la plenitud del Hijo, y llegar a ser a su misma imagen. El Padre nos invita a participar de su obras según la medida de madurez en Cristo que tengamos. Y ya no solo hacemos lo que el Padre y el Hijo nos dicen, sino también nuestras decisiones pasan a ser decisiones del Padre para sus obras. Porque, mis pensamientos llegan a ser, a medida que maduramos en Cristo, los pensamientos de Cristo, y los pensamientos de Cristo, son mis pensamientos, ya que vamos llegando a ser uno en todo nuestro ser con Cristo. El Señor, cuando vamos alcanzando este nivel de ser uno en Cristo, nos pregunta "Hijo, y ahora, ¿qué quieres tú?". Somos cada uno, una expresión de la multiforma y multisabiduría de Dios. La Iglesia ha estado miles de años comiendo en la mesa del Padre, pero no mucho gobernando en ella. Esto en profundidad lo veremos en la habitación de la Corte Celestial.
Volviendo a lo anterior: Comienza a gobernar el Padre con su Corte. Todos reunidos, unánimes en espíritu.
Lucero (quien sería más adelante el primer diablo), se le da autoridad, como sería el más cercano a la alabanza, la adoración, con sus principios y misterios, como el primer maestro del hombre para su proceso madurez, para que el hombre madure y llegue a contener al Hijo y al Padre y entrar en ellos. La adoración, sea cantada, bailada, una ofrenda, o cualquier otra expresión como el servicio, es verterse uno al otro. El que adora, vierte de sí mismo a quien está adorando. Y también el que es adorado vierte de sí mismo a quien lo está adorando, si acepta la adoración que está recibiendo. Este es el misterio de la adoración cuando ambas partes, quien adora y quien recibe la adoración, la aceptan en unanimidad; esta adoración hace que dos se vuelvan uno. La adoración es un sacrificio para quien adora, pero también es un gozo de que dos lleguen a ser uno.
A Lucero se le da autoridad creadora sobre la tierra, la materia, conociendo sus principios, hasta que las 12 Casas de los hombres, maduren y puedan gobernar lo creado, y contener la plenitud el Unigénito y el Padre.
A Lucero no le agrada esto último. La unanimidad en la Corte se rompe. Pero solo el Unigénito y el Padre se percatan de esto, y el Padre no hace nada esperando ver lo que haría el Unigénito. Lucero no dice nada, pero algo estaba gestándose dentro de él.
Continúa mientras la Corte del Padre, con el Unigénito y las 24 Casas, con el Padre dando preciosos diseños a cada Casa, y a cada espíritu de las 24 Casas, por medio del Unigénito.
La Corte del Padre se desarrolla en medio de cánticos y alabanzas hacia el Unigénito y al Padre.
A cada espíritu se le encomienda una tarea. Cada espíritu recibe del Padre preciosos diseños, únicos para cada uno. El Padre cuando ha terminado de dar los diseños a cada espíritu, clama a gran voz:
"¡Ninguno de mis Hijos es igual a otro, cada uno guarda una expresión tremenda de mí, de mi Unigénito. No lo olviden. Cada uno tiene un potencial sin límites, no lo olviden!"
Se da por cerrada la Corte, y todos los espíritus se van del corazón del Padre al vientre del Padre. ¡Comenzaría en breve el proceso de ser todo creado, comenzaría la fundación del mundo!
En medio de esto, y apenas cuando el Padre termina de clamar a gran voz, en Lucero, en su interior, se termina de gestar un pensamiento, una idea, que parecía algo poco y sin importancia, pero que iría tomando forma poco a poco.
Por lo anterior, antes de ser todo creado, el Unigénito se estremece, y va al Padre. El Unigénito sabe que Lucero va a caer y que en él estaba naciendo el hacer su propio trono al lado del Padre. Que utilizaría las 12 Casas del proyecto Alma y Tierra, de los hombres, de sus diseños de ser casa de Dios, y estas quedarían desconectadas al engañarlas y torcerlas. Y de las 12 Casas espirituales también se perderían ya que haría contrataciones con ellas para utilizar sus diseños en sus propósitos torcidos.
El Unigénito sabe que el Padre es justo, y que cuando da autoridad, esta no la quita, y sabe que Lucero utilizaría esto a su favor, utilizaría esta justicia del Padre como herramienta para su injusticia, el nacimiento de la primera iniquidad que jamás se había visto.
El Unigénito no le dice nada a las 24 Casas, y se sacrifica, antes de comenzar el proyecto Alma y Tierra del Padre, antes de la fundación del mundo, separándose de la gloria del Padre, haciéndose un poco menor que las 24 Casas.
Lo que iba a ocurrir:
La creación saldría de la mano del Padre al torcerse Lucero con la autoridad que tenía. Pero Cristo la sostiene para que no se pierda.
Luego con la cruz y resurrección de Cristo la creación es sellada, sellada así como uno es sellado hasta recibir todo el Espíritu Santo, como vemos en Efesios 1:13 con Hechos 8:14-17.
Y a medida que los Hijos de Dios gobiernan la creación como puertas eternas para que entre el Rey de Gloria (Salmo 24:7-10), el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo y el Espíritu de Dios, van llenando la creación, restaurando lo torcido de ella, y Lucero y su reino se van quedando sin su "territorio" hasta ser echados al lago de fuego y azufre.
Cristo vuelve a introducir a la creación al Padre a medida que los Hijos se manifiestan en plenitud de Cristo y el Padre en todas las naciones, el Evangelio del Reino de Dios sea predicado, vivido, en todas las naciones, hasta que lo que se había perdido se vuelve a unir en el Hijo y el Padre en uno solo.